| viernes, 05 de noviembre de 2010 h |

María Jesús Montero

La consejera de Salud de la Junta de Andalucía ha hecho suya esa frase del “sálvese quien pueda” y ha decidido, por su cuenta y riesgo, tratar de ‘puentear’ (y sin la ‘en’ también) al Ministerio de Sanidad. ¿Cómo? La Junta quiere controlar una herramienta que, hasta la fecha, es de uso exclusivo del ministerio: la fijación de los precios de los medicamentos. Un sistema muy apetecible para dar un respiro a las depauperadas arcas autonómicas, ya que pondrían en marcha un sistema de subasta de fármacos que darían exclusividad a cambio de descuentos, pero que rompería el modelo farmacéutico que nuestro país tiene en la actualidad. Y para hacerlo, han puesto un cuchillo en el cuello del Cacof. Mal haría el Cacof si accede porque lo siguiente será… No será ya.