| jueves, 18 de marzo de 2010 h |

Trinidad Jiménez

La ministra de Sanidad ha logrado, por primera vez en la historia, un consenso con todas las comunidades autónomas para buscar la sostenibilidad del SNS. Un acuerdo que, no obstante, mucho nos tememos que no durará mucho en saltar por los aires cuando las administraciones autonómicas echen sus cuentas y vean que las reducciones buscadas no llegarán ni de lejos a los 1.500 millones anunciados. Se ha perdido la oportunidad de lograr, con el consenso de todos, la implantación de medidas de control del gasto estructurales, ya que se deja todo en una serie de reducciones de precio que hacen imposible lograr la cuantía estimada y a que los ciudadanos moderen la demanda por las facturas sombra. Hoy el problema del SNS sigue siendo el mismo que ayer: la demanda.