Aurora Garre, asesora médico de Cinfa
Existe una serie de creencias sobre los piojos que es conveniente desmitificar. En primer lugar, los piojos parasitan exclusivamente al ser humano, por lo que sólo se transmiten de persona a persona, nunca por animales. Además, al contrario de lo que muchas personas creen, los piojos que actúan en el cuero cabelludo nunca transmiten enfermedades.
La aparición de piojos de la cabeza no está de ninguna forma relacionada con la falta de higiene. Esto sólo ocurre en el caso de los piojos del cuerpo. Los piojos no vuelan ni saltan, simplemente se desplazan de una cabeza a otra cuando éstas entran en contacto durante un cierto tiempo o se comparten peines o gorros contaminados. Los piojos se alimentan de la sangre del huésped cada cuatro o seis horas, por lo que en general no pueden vivir más de uno o dos días lejos de él.
La dificultad para erradicar los piojos en la edad escolar es precisamente no realizar la desparasitación de forma adecuada. Las cartas informativas de los colegios tienen como objetivo comunicar que hay una epidemia y el procedimiento que deben seguir los padres con sus hijos. En estos casos, la coordinación entre los padres y los profesores permitirá una actuación conjunta para eliminar la infestación.
Bien utilizados y siguiendo las instrucciones del prospecto, los tratamientos antipiojos sí son efectivos. Por eso, si un niño recibe una nota informativa del colegio, todos los padres deben examinar el pelo de sus hijos, así como el de las personas cercanas. Es necesario peinar mechón a mechón con una lendrera (peine de púas muy juntas) y confirmar la presencia de piojos o liendres. Además, deben tomarse medidas como introducir los gorros almohadas o cojines que hayan estado en contacto con el niño en una bolsa cerrada durante tres o cuatro días para asegurar que los piojos han muerto. Si nuestro hijo no se ha infestado, se recomienda volver a examinar su cabeza al menos una vez por semana.
Asimismo, es muy importante saber que solamente se debe tratar a un niño con una loción antipiojos si se confirma que el niño tiene piojos vivos en su cabeza. Nunca debe utilizarse el tratamiento como método preventivo. Posteriormente, será necesario volver a pasar la lendrera para eliminar las liendres.
La forma de evitar las continuas epidemias de piojos es conseguir de forma coordinada la desparasitación de todas las personas contaminadas y utilizar los productos según las recomendaciones del fabricante.