Opinion:

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Miguel Ángel Tovar
Director Asociado Contenidos Barcelona
| viernes, 21 de febrero de 2014 h |

El veterano inversor norteamericano, Carl Icahn, ha vuelto a dar la campanada con el acuerdo de venta de Forest a Actavis. Icahn acumula ya un importante historial en grandes operaciones corporativas en el sector salud. Recordemos la venta de ImClone Systems a Lilly por 6.500 millones de dólares en 2008, o la de Genzyme a Sanofipor 20.000 millones en 2011, o la de Amylin a Bristol-Myers por 5.300 millones de dólares en 2012.

Hace unos cuatro años Icahn decidió apostar por Forest, llegando a convertirse en su segundo accionista. Desde entonces ha librado dos batallas en el consejo de administración de la norteamericana con el fin de cambiar su dirección y su estrategia, lo que dio lugar a la salida de Howard Solomon, su consejero delegado durante más de 35 años.

Solomon fue reemplazado el pasado mes de septiembre por Brent Saunders, anterior consejero delegado de Bausch & Lomb. En los pocos meses que lleva al frente de Forest, Saunders ha puesto todo su empeño en construir una cartera que compense la pérdida de protección de patente del antidepresivo Lexapro y de Namenda, un fármaco para el Alzheimer que perderá la patente en EE.UU. el próximo año.

En esta línea, algunos movimientos de calado han sido el desarrollo de una forma de liberación sostenida de Namenda, la compra a Merck por 240 millones de dólares de los derechos de Saphris, un antipsicótico que Saunders conocía de su etapa en Schering Plough, o la adquisición de Aptalis por 2.900 millones de dólares, una compañía especializada en tratamientos para trastornos gastrointestinales y fibrosis quística.

Todo ello ha tenido su reflejo en un crecimiento imparable de la acción, que en pocos meses más que doblado su valor. Su capitalización alcanzó el pasado viernes los 19.300 millones de dólares, frente a los 33.400 millones de Actavis.

Si bien la cifra pactada en la adquisición puede parecer muy elevada, conviene observar que sólo deberá desembolsar 7.275 millones en efectivo. La diferencia se abonará mediante un canje por el cual los accionistas de Forest recibirán una acción de Actavis por cada tres acciones de Forest. Se prevé que la nueva compañía logre en 2015 unos ingresos de más de 15.000 millones de dólares y un cash-flow de 4.000 millones. Fruto de la integración ha estimado unos ahorros de 1.000 millones anuales. Por lo tanto, de materializarse estas perspectivas la operación puede tener sentido financiero.

De momento quien seguro ha ganado es Icahn, que habrá obtenido plusvalías por 1.700 millones de dólares. Casi tanto como los 2.000 millones que ha ganado en sus operaciones anteriores en este sector.