Jaume Puig Junoy, prof. Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra
En Estados Unidos se observa una desaceleración el crecimiento real del gasto en medicamentos desde 2003, siendo la tasa del 2007, que ascendió a un 1,6 por ciento, la más baja desde 1974. Un estudio reciente publicado en el periódico Health Affairs indica que las causas de este cambio de tendencia en Estados Unidos se encuentran, según los investigadores, en tres factores.
En primer lugar, la reducción en la entrada en el mercado de nuevas moléculas ha reducido el peso dentro del gasto de los productos nuevos y más caros en la prescripción fuera del hospital.
En segundo lugar, el aumento de la competencia entre marcas y genéricos, así como entre principios activos de marca del mismo subgrupo terapéutico. Esta competencia se ha visto fuertemente incentivada por los copagos diferenciales (el más común: 6 dólares para genéricos, 29 para medicamentos de marca preferentes y 40 para marcas no preferentes). Como resultado, la proporción de prescripciones de genéricos ha pasado del 51 por ciento en 2002 al 67 por ciento en 2007 (sin el aumento en la tasa de penetración de genéricos el gasto de 2007 hubiera sido un 22 por ciento mayor).
Y, en tercer lugar, el caso de las estatinas, ilustra el hecho de que la competencia de los genéricos de un principio activo (la simvastatina) incluso consigue reducir las ventas de las marcas de las otras estatinas bajo patente (por ejemplo, la atorvastatina).
A pesar de la reducción en el ritmo de aumento del gasto en los medicamentos principalmente prescritos en Atención Primaria, resulta notorio el continuado y fuerte crecimiento de los fármacos prescritos en la atención especializada (¿inflexión o desplazamiento del gasto?). Sin embargo, esta inflexión aún ha tenido una reducida traslación en un mercado altamente regulado y con un reducido copago como es el caso español.
En primer lugar, en España las tasas de crecimiento del gasto farmacéutico corriente correspondiente a dispensación de recetas en oficinas de farmacia se ha desacelerado de manera notable a partir del año 2004, si bien el crecimiento ha repuntado hasta el 7,2 por ciento en 2008 (4 y el 5 por ciento anual, respectivamente, si se ajusta por población).
En segundo lugar, la entrada de genéricos ha conducido a menores precios para una parte creciente del consumo extra-hospitalario español, y lo será aún más en los próximos años, a medida que vayan caducando patentes, si bien la tasa de penetración de los medicamentos de menor precio para el mismo principio activo es menor que en otros países y que, a diferencia de Estados Unidos, las ventas de los principios activos del mismo grupo bajo patente no se ven afectados por esta competencia de precios.
Y, en tercer lugar, el factor clave diferencial del crecimiento del gasto extra-hospitalario en España es el aumento en el número de prescripciones, que continúa siendo inflexible a la baja y que más que compensa las reducciones de precios cuando caduca la patente (4,6 recetas más por persona desde 2000 hasta 2008).