Tras ver frenada su petición para derogar el Real Decreto-ley 16/2012, el grupo parlamentario socialista en el Senado ha presentado dos mociones, una relativa a la evaluación del Plan Nacional de Hepatitis C y otra sobre la financiación sanitaria. Ambas persiguen un mismo objetivo: afrontar con más garantías el futuro y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud en dos asignaturas clave de la agenda política.
La primera apunta a la conveniencia de disponer de una “evaluación periódica y transparente” del Plan de Hepatitis C. Tal evaluación debería, según el PSOE, ofrecer “información pública del coste de las terapias y del conjunto del plan y medidas de apoyo financiero a las CC.AA. por parte del Gobierno” e incorporar la opinión de los pacientes afectados de hepatitis C. Asimismo, debería incluir información sobre la consecución de sus objetivos de prevención y asistencia y el coste de su aplicación y establecer las “eventuales medidas” de mejora en función de esos resultados.
Más allá, el grupo socialista reclama que se refuerce el plan en sus aspectos preventivos y de diagnóstico precoz con la incorporación en los niveles de decisión técnica de organizaciones profesionales especializadas en salud pública, en la administración sanitaria y en la atención primaria de salud.
La segunda moción se apoya en el déficit de financiación que padece el Sistema Nacional de Salud, y que el grupo socialista cifra en torno al 15 ó 20 por ciento de lo presupuestado. Como consecuencia de ello, “las tensiones que sufren los responsables de la gestión de los servicios de salud” condicionan, según el texto, retrasos en el pago a proveedores o la adopción de decisiones que frenen el gasto y que pueden poner en evidencia las garantías asistenciales.
Ante ello, el PSOE pide la celebración de un monográfico del Consejo Interterritorial que permita ofrecer una propuesta autonómica de consenso que sea tenida en cuenta en la reforma del sistema de financiación.