Senec 2012/ XVII Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía

br

E.S.C. Madrid | viernes, 11 de mayo de 2012 h |

Los avances en Neurocirugía han logrado que el índice de supervivencia tras sufrir un tumor cerebral se triplique en los últimos 20 años. La posibilidad de extraer la masa tumoral en el 90 por ciento de los casos (y el tratamiento conjunto de quimioterapia y radioterapia) ha sido en gran parte la responsable de este significativo avance de la Medicina.

Extirpar más masa tumoral y con una mayor precisión es precisamente la finalidad del clorhidrato de ácido aminolevulínico (5-ALA) —comercializado como Gliolan por Gebro Pharma— un marcador de uso intraoperatorio que permite la visualización de tejidos malignos durante la cirugía del glioma maligno en tiempo real, mejorando así la eficacia de la resección quirúrgica e incrementando la supervivencia de los pacientes.

El medicamento, que se ingiere cuatro horas antes de entrar al quirófano, que permite teñir las células tumorales de rojo diferenciándolas así del tejido sano, de color azul. De esta manera pueden realizarse intervenciones en tumores de grandes dimensiones que hasta hace poco eran inviables y con un mínimo margen de error.

“El cirujano con el microscopio normal va quitando el tejido tumoral, pero hay veces que la visión normal no permite distinguir entre el cerebro y el tumor. Entonces se cambia la lente y aparece el tejido cerebral azul y el tejido tumoral rojo, de manera que uno puede ir persiguiendo el rojo y respetando el azul”, explicó Rafael García de Sola, responsable de la Unidad de Neurocirugía del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, durante el Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.

Los investigadores médicos estiman que en la próxima década se pueda seguir creciendo en los tratamientos y conseguir en un futuro que la enfermedad se convierta en una patología crónica que permita su control durante varios años sin consecuencias para la calidad de vida del enfermo, algo parecido a lo que ocurrió con el cáncer de mama, de los cuales en la actualidad la gran mayoría se pueden curar o controlar, cosa que no ocurría hace algunos años.