Representantes farmacéuticos creen que el ataque del Consejo General de Médicos se debe a la proximidad de sus elecciones

El colectivo defiende el contenido del informe de un farmacéutico, al que la OMC quiere denunciar por invadir las competencias del médico

| 2009-03-01T18:29:00+01:00 h |

LUCÍA GALLARDO

Barcelona

A pesar de que podría haber casos de farmacéuticos que en algún momento se sobrepasasen de sus funciones y pisasen el terreno del médico, no se puede hacer de casos individuales un asunto corporativista. Éste es un hecho que no entienden ni los farmacéuticos ni los propios médicos. El ataque emprendido hace tiempo por la Organización Médica Colegial (OMC) contra la Atención Farmacéutica volvió a repetirse la semana pasada, tras un comunicado enviado por la institución presidida por Isacio Siguero, que alerta de los supuestos “riesgos” de esta actividad sobre el paciente.

El escrito iba acompañado de una carta firmada por un farmacéutico (que la OMC también publica en su revista), en la que realiza al médico una serie de sugerencias relacionadas con la medicación tomada por un paciente, algo que la organización médica pone como ejemplo de la invasión de competencias.

El escrito, que el Consejo General de Médicos titula “El farmacéutico que quiere hacer de médico”, es visto como “la punta del iceberg de lo que se avecina”. Al parecer de esta entidad, “el farmacéutico hace la historia clínica del paciente y le dice al médico qué tratamiento debe prescribir, rompiendo así la vieja regla de que el que prescribe no debe dispensar y el que dispensa no debe prescribir, muy útil para evitar mezclar intereses y conflictos de valores”. Y no se queda ahí. “Si la denominada Atención Farmacéutica consiste en casos como el presente, no sólo se está creando un escenario de confusionismo, sino que se está atentando contra la seguridad de los pacientes, para cuyo diagnóstico y tratamiento sólo están capacitados aquellos que cursan la carrera de Medicina”, indican.

En este sentido, la OMC deja clara su opinión sobre los riesgos de la Atención Farmacéutica para el ciudadano, “al otorgar al farmacéutico unas competencias que, por preparación y conocimiento tanto de la enfermedad como del paciente y su historia clínica, corresponden al médico”.

Hay quien apunta que el ataque contra la actividad del farmacéutico se debe a la proximidad de las elecciones en la institución médica colegial, que ya mostró su estrategia ofensiva el pasado enero cuando, con motivo del proyecto de decreto andaluz que regulará la ‘prescripción colaborativa’, arremetió contra la Atención Farmacéutica. Entonces advirtió con “hacer llegar a la opinión pública ejemplos prácticos y documentos que demuestran las pretensiones reales de esta actividad”.

El “ejemplo práctico” que la OMC amenazaba con difundir estos “ejemplos prácticos” ha sido esta carta, cuyo contenido es acertado, según indican instituciones como el Consejo General de Farmacéuticos o la Sociedad Española de Farmacia Clínica. El propio autor del documento, el farmacéutico comunitario Manuel Machuca, también defiende su actuación. “Lo que pretende es establecer una posible relación entre el problema de la paciente y los medicamentos que toma, y jamás prescribir, como se puede ver de forma diáfana en dicho informe”, subraya. Según afirma, la intención de sus comentarios al médico era servir de ayuda para resolver el problema, “pero queda absolutamente a criterio del médico elegir esa opción”, apunta Machuca.

Éste no entiende que, si desde la OMC se propugna “un papel más activo y responsable del farmacéutico en todo lo relacionado con el medicamento, pero siempre en colaboración con el médico y bajo la supervisión de éste en cuanto a la prescripción y control del farmacéutico”, tal y como dice el comunicado de esta organización, pueda verse su actuación farmacéutica como una intromisión. “Salvo que se mire desde una visión a la defensiva”, añade.

Este informe farmacéutico difundido por la OMC como muestra de la presunta invasión de competencias ha sido defendido por Pedro Capilla, presidente del CGCOF, que señaló que Machuca “no le dice al médico lo que debe prescribir, sino que realiza una serie de explicaciones y lo deja a juicio del facultativo”. Más allá de la controversia generada por la carta, Capilla no ve sentido a la ofensiva de la OMC. “No entiendo el afán por buscar peleas interprofesionales, cuando la sanidad debe tender a que todos colaboremos en beneficio del paciente, de forma coordinada y con una cooperación”, afirma.

Asimismo, tampoco comprende que se deban generalizar casos puntuales. “El farmacéutico no interfiere en la actuación médica, pero si alguno lo hace, no es motivo suficiente para arremeter contra la Atención Farmacéutica”, señala. En cuanto a la defensa de esta actividad, recuerda que la propia legislación la ampara, a través de numerosas normativas que la recogen de forma explícita, como la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, cuyo texto se refiere a la Atención Farmacéutica en siete ocasiones. Con el fin de dejar claro a la OMC que el objetivo de los farmacéuticos con el desarrollo de esta actividad no pasa por inmiscuirse en el campo de los médicos, sino trabajar juntos en beneficio del paciente, el presidente del CGCOF comunicó que enviará una carta a Siguero.

Otros representantes farmacéuticos tampoco comparten el proceder de la OMC. Éste es el caso de Manuel Pérez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, para quien el Consejo de Médicos “ha emprendido una guerra estúpida contra otras profesiones para intentar mostrar una defensa numantina de los médicos”. Una guerra que el presidente sevillano cree que podría estar vinculada con la proximidad de las elecciones colegiales.

Por su parte, la Sociedad Española de Farmacia Clínica también criticó la ofensiva de la OMC. Su vicepresidente, Vicente Baixuli, que encuentra “exquisita” la carta de Machuca, tampoco entiende la actitud de la OMC. “Nadie quiere pisar el terreno de los médicos, sólo tener una actitud más activa y colaborar con ellos para detectar errores con la medicación”, indicó. Además, a su parecer, “se trata de una polémica artificial, porque la experiencia de Sefac con los médicos es muy distinta de lo que la OMC pone sobre la mesa”.

Hay instituciones médicas que también consideran que hay que evitar actitudes corporativistas, como es el caso de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), cuya presidenta, Dolors Forés, opina que el farmacéutico tiene una importante labor a desarrollar como agente de salud y ve positiva la Atención Farmacéutica, “si cada uno se mantiene en su terreno”. Pese a ello, Forés sí consideró que en el informe sacado a la luz por la OMC el farmacéutico se extralimitó con sus comentarios.