A. L. S. Chicago | viernes, 17 de junio de 2016 h |

Luciano Rossetti ejerce de Cicerone a la hora de presentar la estrategia biofarmacéutica de Merck. Aprovecha la vorágine de ASCO en Chicago para definir los retos de la compañía en campos como la investigación temprana o el desarrollo de terapias innovadoras. Habla con pasión de la oncología y de lo mucho que puede aportar Merck en este campo.

Pregunta. ¿Qué significa la I+D para Merck?

Respuesta. La investigación y desarrollo en Merck cubre todos los aspectos, desde las fases más tempranas, identificando dianas, y el seguimiento médico. Comprende todos los pasos desde el descubrimiento y desarrollo. Esta organizado en cuatro hubs. La mayoría está en Darmstand (Alemania), la segunda en Boston (EE.UU.) y también en Beijing (China) y Tokio (Japón). Tenemos 2.500 empleados en esta área, y cubrimos dos misiones: Apoyo al compliance para nuestros productos y su promoción del registro, especialmente en oncología, inmuno oncología e inmunología.

P. ¿Es la innovación una filosofía para la compañía?

R. Somos la compañía farmacéutica más antigua del mundo. Sin embargo, en términos de innovación farmacéutica estamos aún desarrollándonos. No hemos tenido mucho éxito en los últimos años, nuestro última innovación potente fue Erbitux. Pero los cambios han empezado y la compañía va en la buena dirección en I+D. Estamos emergiendo como grandes players en innovación.

P. Merck ha presentado resultados en ASCO de su primer fármaco inmuno oncológico. ¿Es el comienzo de una nueva estrategia?

R. Dos terceras partes de nuestro esfuerzo van a estar centradas en la oncología, —el 67 por ciento de nuestros recursos —. Nuestra estrategia es pensar en la oncología del futuro. Estamos centrados en desarrollar productos que impacten en los pacientes, con los menores efectos secundarios posibles. Actuamos en dos campos: las terapias dirigidas, tratando de desarrollar nuevas dianas centradas en la medicina de precisión, para dirigirse al tumor y anticuerpos conjugados. En este ámbito hemos hecho grandes avances aunque aún no tenemos candidatos clínicos. El otro campo es la inmuno oncología. En los últimos tres o cuatro años hemos comenzado una línea innovadora importante. Además de avelumab tenemos diferentes estrategias dirigidas al microambiente del tumor, donde se paraliza la respuesta inmune. Estamos entusiasmados con nuestra alianza con Pfizer porque nos permitirá desarrollar varias combinaciones. El sueño es poder sustituir la quimioterapia por la inmunoterapia dirigida. Está iendo rápido y esto es sólo la punta del iceberg.

P. ¿Por qué el comienzo en carcinoma de células de merkel con avelumab?

R. Por varias razones. Es un avance impresionante para estos pacientes donde fracasa el tratamiento. Los datos son muy relevantes y es para una indicación huérfana. Además presentamos datos en otros siete tumores diferentes algunos raros, otros no. Vamos a ser competitivos obviamente en células de merkel pero también en otros tumores. Ya tenemos resultados en pacientes con cáncer de ovario (fase III y fase Ib), en cáncer gástrico (fase III y Ib), mesotelioma (Ib), carcinoma adrenocortical (Ib), cáncer de pulmón no microcítico (Ib) y III) y cáncer de urotelial de vejiga (Ib), así como datos de seguridad actualizados.