El efecto de los impagos por parte de la Generalitat valenciana a las oficinas de farmacia de esta comunidad autónoma está provocando que muchas boticas hayan optado por cerrar sus establecimientos y coger unas ‘vacaciones forzosas’. Y es que, debido a la deuda que tiene contraída el Gobierno que preside Alberto Fabra, que adeuda más de 600 millones de euros a sus boticas correspondientes a las facturas de marzo, abril, mayo, junio, julio y dos tercios de la de febrero, la situación por la que atraviesan las farmacias de esta comunidad es tan crítica que resulta más rentable echar el cierre que continuar abiertas. Algo que, de momento, se ha visto reflejado en cerca de 300 farmacias, que han decidido tomarse estas ‘vacaciones obligadas’.
En este sentido, cabe destacar que muchos farmacéuticos de esta comunidad autónoma ya han alertado que no disponen de fondos suficientes para poder adquirir medicamentos, por lo que únicamente pueden dispensar aquellos fármacos y productos sanitarios que aún tienen en stock. De esta forma, si no se llevan a cabo en los próximos días el pago de alguna de las facturas pendientes, las farmacias alertan de que habrá desabastecimiento y muchos fármacos no se podrán adquirir en estos establecimientos sanitarios.
Pago
Sobre este particular, cabe destacar que el consejero de Hacienda de la Comunidad Valenciana, José Manuel Vela, anunció que la Generalitat pagará los 80 millones que adeuda a las farmacias de esta comunidad de la factura correspondiente al mes de febrero entre el 8 y 9 de agosto. Este anuncio supone un retraso respecto al calendario de pagos anunciado por el gobierno regional, ya que precisó que la semana pasada se les pagaría la parte pendiente de la factura de febrero.