No hace tanto que el gobierno de la Comunidad Valenciana encargó al área de salud de Manises la gestión del Hospital de Crónicos de Mislata, un centro cedido por el Ministerio de Defensa que ya funcionaba como hospital de larga estancia, pero con pocos pacientes. Fue en mayo de 2010 y el objetivo era convertir este centro en un lugar de referencia en el tratamiento de los pacientes crónicos, con una atención multidisciplinar y especializada. En ello trabajan día a día desde entonces.
Así cuenta los primeros pasos del centro su directora, Rosa María Franco, que explica que a partir de ahí se puso en marcha toda la implementación de procesos y procedimientos clínicos específicos de estos hospitales, se formó y actualizó a los profesionales que ya estaban trabajando allí y se seleccionó nuevo personal con perfiles especializados en el tratamiento de pacientes crónicos, principalmente para el cuidado de paliativos e intervención en daño cerebral.
Inspiración para el NHS
A pesar de la juventud del proyecto, el modelo ha despertado ya la curiosidad de otros países. “Hemos recibido visitas del National Health Service (NHS), interesándose por la Estrategia de la Cronicidad y los programas de prevención y promoción de la salud del departamento”, apunta. A su vez, ellos se inspiraron en su día en el modelo de organización del Hospital Padre Jofre de Valencia, “por ser un centro de referencia consolidado y con buenos resultados en el ranking de hospitales de crónicos de la Comunidad Valenciana”, y añadieron, por considerarla imprescindible, la unidad de Daño Cerebral. Todo ello, sin pasar por alto las recomendaciones de la OMS y los modelos de atención a la cronicidad nacionales e internacionales, pero prestando atención también a “la necesidad de que los pacientes y sus familias tuvieran un papel activo en sus cuidados y atención y la reorganización de los recursos para trabajar desde una perspectiva multidisciplinar e interniveles”, así como a las prácticas asistenciales basadas en la evidencia científica.
El alto grado de especialización aporta innumerables ventajas. La principal, subraya, que “permite prestar una atención integral, individualizada, más eficiente y establecer estrategias que vayan desde la prevención hasta la atención paliativa de la enfermedad”. En cuanto a las limitaciones, Franco prefiere hablar de reto, y no es otro que el propio cambio del modelo asistencial, donde el trabajo multidisciplinar y la integración de los diferentes recursos será la clave.
El hospital de Mislata es el único centro público de crónicos en zona urbana que dispone de una Unidad de Daño Cerebral, un detalle que marca la diferencia. Pero también, subraya la directora, es la única área de salud que integra las tres patas de atención: gestiona toda la atención sanitaria de la población adscrita a un área de 195.000 habitantes, desde la atención primaria a la especializada pasando por la atención a pacientes crónicos que requieren hospitalización de media y larga estancia. El papel del hospital, explica, es proporcionar soporte al resto de la estructura departamental, garantizando la continuidad de los cuidados asistenciales, desde una perspectiva multidisciplinar y de integración de recursos, lo que permite garantizar una mejor calidad en la atención a estos pacientes.
Pero el distintivo real son sus profesionales. La alta especialización que requieren los pacientes hace necesaria la configuración de un equipo multidisciplinar, entre los que figuran médicos especialistas en Medicina Interna, Geriatría, Neurología o Rehabilitación. También cuentan con neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, farmacéuticos y logopedas, entre otros, sin olvidar el soporte de atención primaria y de los especialistas del departamento. “Nos basamos en un modelo de atención integral donde el paciente es el eje, sin olvidar los programas de formación y apoyo a los cuidadores principales, fundamentalmente en casos de pacientes complejos y paliativos”, indica.
Concesión administrativa
Además, el centro de crónicos forma parte de una estructura de concesión administrativa, lo que no es un hándicap para su directora, “sino todo lo contrario”. De hecho, el Departamento de Salud de Manises es el primero de la Comunidad Valenciana que gestiona directamente un hospital para pacientes de media y larga estancia, “ofreciendo así una atención completa e integrada”. Otra ventaja para Franco es que permite compartir la información del paciente en diferentes niveles asistenciales , establecer estrategias conjuntas que mejoren la calidad asistencial para el paciente, aprovechar las sinergias entre profesionales o promover la integración a diferentes niveles. Y hay algunas bazas más, como que pueden trabajar con objetivos terapéuticos e impulsar el cambio de paradigma en la atención al paciente crónico, sin olvidar las necesidades de su familia y cuidadores a lo largo de la enfermedad.
En cualquier caso, la directora no es partidaria de poner el acento en el ahorro de recursos con respecto a un hospital de agudos. Más que de ello, “hablaría de eficiencia de los procesos, de la especialización de los profesionales y la orientación a las necesidades del paciente crónico, no solo en el entorno hospitalario, sino en la integración de los diferentes niveles asistenciales y recursos como la atención primaria, la unidad de hospitalización a domicilio, etc.”, recalca. Llegado el caso, el Hospital de Manises está siempre ahí. La relación entre estos centros es de total de coordinación e integración. Tanto es así que Mislata “es un recurso más” de atención sanitaria en este departamento de salud.
Otro rasgo importante es el peso de la gestión clínica, que, como en otros casos, permite reducir la variabilidad de la práctica clínica, mejorar la efectividad clínica de los procesos, trabajar con planes individuales de cuidados, una mayor integración de los diferentes especialistas que de forma conjuntan valoran y establecer objetivos terapéuticos para el paciente y mejorar la satisfacción del paciente. “Sin olvidar el impacto positivo en el uso eficiente de los recursos”, matiza.
De cara al futuro, su apuesta es la mejora continua, en línea con la política de calidad y seguridad clínica del departamento. En su balance, la directora ensalza el trabajo en los procesos crónicos neurológicos y paliativos y el desarrollo del área ambulatoria para pacientes de daño cerebral. De igual modo, destaca la puesta en marcha del área ambulatoria de Neurorrehabilitación infantil, pionera en el sector público, que incluye el diagnóstico diferencial y programas de tratamiento para niños con trastornos generalizados del desarrollo (que incluye el trastorno autista, síndrome de Asperger, etc.) abordando desde edades tempranas la necesidad de continuidad asistencial en estos procesos crónicos y mejorando la calidad de vida de niños y familias.
“Nos basamos en un modelo de atención integral donde
el paciente es el eje, sin olvidar el apoyo a los cuidadores”
La directora destaca
los avances en los procesos crónicos neurológicos
y paliativos del centro