Seguiremos la pista…

Los 15 años de los premios Fundamed, apoyados por Wecare-U, editora de EG y GACETA MEDICA, son una gota en el océano de otras efemérides, incluyendo los 35 años de la Ley General de Sanidad (Ernest Lluch, 1986), los 100 años del CGCOF o los 575 años del COF de Valencia. Valencia es la cuna de los colegios profesionales, y su carta fundacional la otorgó Dª María Aragón y Sicilia, esposa de Alfonso V, como expuso en una magnífica conferencia recientemente Julio Sánchez Fierro. José Javier Castrodeza, secretario general de sanidad del Ministerio de Sanidad, cerró el acto de entrega de los Premios Fundamed con unas palabras de apoyo al sector, mostrando la única cara posible para resolver problemas y afrontar retos: diálogo y acuerdos. Castrodeza afirma que los acuerdos con el sector, como el firmado con Farmaindustria, son el camino. El secretario general mencionó la extraordinaria tarea desarrollada por el director general de Cartera Básica y Farmacia, Agustín Rivero. Parece que el propio ministro en funciones anunciará en unos días algunos datos que pondrán a España a la vanguardia de la prestación de Farmacia en Europa, a propósito de la hepatitis C. Una muestra más del diálogo con el sector. Algunas CC.AA. como País Vasco, Madrid o Valencia, estuvieron magníficamente representadas en estos premios por algunas de las personas que más están haciendo por la sanidad y el medicamento: Antonio Arraiza, Julio Zarco, César Pascual y Patricia Lacruz.

De entre las personas que serán clave en la sanidad de los próximos años están, sin duda, Jesús María Fernández (PSOE), Francisco Igea y Daniel Álvarez (C’s); el sector reconoce su valía, y van a ser la clave en un futuro inmediato. Aunque reclamemos que haya acuerdos entre los partidos, que haya un Gobierno, no pedimos nada que no hayan hecho antes con las Leyes relevantes para la Sanidad. El socialista Ernest Lluch puso las bases de la universalidad de la Sanidad (Ley General de Sanidad de 1986), pero fue posible gracias a la reforma fiscal de UCD de 1977, que proporcionó los ingresos necesarios. Los populares llegaron al poder en 1996 y no derogaron la Ley de 1986 aprobada por el Gobierno socialista. Y en 2003 fue la popular Ana Pastor quien impulsó la Ley de Cohesión y Calidad aprobada por unanimidad (bueno, Coalición Canaria se abstuvo), que no fue derogada por los socialistas. El excesivo uso de las medidas urgentes mediante Real Decreto fue posterior, pero ahora el camino vuelve a ser el diálogo; deberá ser el diálogo. Un diálogo que se ha negado durante un tiempo, pero que será clave para ganar la confianza de la sociedad en general, y del sector sanitario en particular. Para avanzar en soluciones se debe centrar el debate: no es la universalidad el asunto a debatir, sino la suficiencia financiera, la cartera de servicios, los recursos a emplear. Trabajar con la grandeza de reconocer lo que está bien, aunque lo hayan hecho otros, es la habilidad que se requiere para los que les va a tocar trabajar en la Sanidad. Las comisiones de sanidad estarán formadas por diputados y senadores, hombres y mujeres, que tienen en sus manos algo nuevo: marcar el rumbo al Gobierno que salga de las urnas tras el 26J.

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El ministerio realizará el balance del Plan para la hepatitis C en breve, y parece que cumplirá con creces el objetivo perseguido.

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