Los medicamentos falsos suponen el 10% del mercado mundial, según la OMS
Los pigmentos se aplican tanto a formas farmacéuticas como a blísters y envases
Redacción
Madrid
Merck ha desarrollado junto a otras cinco compañías químicas un conjunto de pigmentos destinados a diferenciar un medicamento original de otro falsificado. Para mostrarlo ha desarrollado un ‘medicamento virtual’, al que han denominado Esan, que contiene todos los elementos de seguridad diseñados y que son incorporados tanto a las tabletas o cápsulas como a los blísters y cartonajes.
Esan es una herramienta destinada a responsables de packaging y marketing de las compañías farmacéuticas, constituida por una caja plegable que contiene blísters, cápsulas, tabletas y un folleto explicativo, que ofrece la información necesaria sobre la forma de integrar los pigmentos de seguridad de Merck en los diseños de packaging.
Uno de los pigmentos utilizados es Securalic, un aditivo que confiere a la tinta de los blísters unas propiedades visuales específicas. Por otro lado, Candurin otorga a las cápsulas y tabletas un aspecto inconfundible, según indicaron responsables de la compañía.
Con estos pigmentos, además de ayudar a luchar contra una actividad que mueve ya el 10 por ciento del mercado farmacéutico, se podrá facilitar la identificación correcta de las dosis por parte de los pacientes, gracias a su amplia gama de colores disponibles.