El secretario general de Sanidad reitera su defensa del modelo de farmacia y dice que es optimista respecto a la decisión del ‘caso italiano’

Destacó, durante su intervención en el Foro Aproafa, que “el desafío no es el control del gasto sino la mejora de la calidad”

| 2009-01-25T18:41:00+01:00 h |

JUAN NIETO

Barcelona

El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, volvió a posicionarse del lado de los farmacéuticos españoles y resaltó, durante la celebración en Barcelona del Foro de la Asociación para la Promoción de la Asistencia Farmacéutica (Aproafa), la importancia que tiene el sector y la oficina de farmacia dentro del sistema sanitario español. En este sentido, Martínez Olmos consideró que los farmacéuticos son unos de los protagonistas que hacen que “la prestación farmacéutica en España siga siendo una de las mejores del mundo”.

Sobre este aspecto, el secretario general de Sanidad destacó que dentro del Plan Estratégico de Política Farmacéutica que está elaborando el ministerio se pondrá de manifiesto este protagonismo a la hora de mejorar la calidad de la prestación. Así, anunció su intención de implicar al farmacéutico en las tareas de seguimiento de la eficacia de los tratamientos en el paciente y poder detectar, de esta forma, cualquier problema.

“A diario pasan dos millones de personas por la oficina de farmacia y no podemos perder ese potencial de interacción con los pacientes”, precisó. Igualmente, consideró que había que “sacar más rendimiento” a las actuaciones que realizan los farmacéuticos en la actualidad.

Como no podía ser de otra forma, la defensa del modelo español de farmacia frente a los intentos liberalizadores procedentes de Bruselas fue un tema que también apareció durante la intervención de Martínez Olmos. “Los gobiernos debemos tener capacidad para organizar nuestros servicios sanitarios”, indicó, al tiempo que se mostró optimista tras el informe del abogado Yves Bot.

Sobre este aspecto, justificó la planificación, que según él es “importante para garantizar la accesibilidad al medicamento”, y el binomio propiedad-titularidad, “que sirve para que prevalezcan el interés del servicio a los pacientes por encima de los intereses comerciales”.

El sistema sanitario

El secretario general de Sanidad quiso incidir, de igual forma, en los parabienes que tiene nuestro sistema sanitario, y manifestó la necesidad de “buscar soluciones” a los desafíos a los que se debe enfrentar debido al momento de crisis económica actual. Para Martínez Olmos, enfrentarse a estos retos requiere la puesta en marcha de un Pacto por la Sanidad “que no debe ser partidista. Ésa es la línea marcada por el ministro”.

En este sentido, Martínez Olmos destacó en su intervención que el camino para conseguir los objetivos de sostenibilidad del sistema y del desafío por la innovación es seguir apostando por un sistema “que en este momento es uno de los motores económicos del país, ya que crea más de un millón de puestos de trabajo y cuenta con una inversión de 80.000 millones de euros”.

Sobre este aspecto, quiso poner de manifiesto que uno de los aspectos más positivos de nuestro sistema sanitario era su “gran eficiencia”, ya que la inversión sanitaria de nuestro país es del 6 por ciento del PIB, unos 1.400 euros por habitante al año, más de dos puntos por debajo de la media de la UE. En este sentido, añadió que “el sistema tiene una gran eficiencia a un coste razonable” ya que la inversión sanitaria por habitante y año es de 1.400 euros. “El desafío no es el control del gasto sino la mejora de la calidad, por ejemplo en el caso de los pacientes crónicos polimedicados”, afirmó.

A este respecto, destacó la importancia que tendrá para el sistema el nuevo modelo de financiación que se negocia con las comunidades autónomas para establecer un fondo común en sanidad, educación y servicios sociales, que será igual para todas las comunidades y tendrá la misma cuantía por habitantes. Un modelo que presenta como novedad el hecho de que se revisará anualmente la variable de población que determina la asignación de los recursos. “Será la primera vez en la historia de la democracia que se tenga en cuenta la revisión de esta variable”, manifestó.

Desarrollo de la ley

Por otro lado, Martínez Olmos también se refirió a la necesidad de desarrollar definitivamente la Ley de Garantías. A este respecto, aseguró que en 2010 verá la luz el RD de Trazabilidad, una vez que se ponga en marcha el pilotaje para decidir cuál es el mejor sistema a aplicar. A pesar de considerar que la radiofrecuencia “puede ser útil y a la larga el coste no sería un problema”, cree que habría que tener en cuenta que el sistema fuese válido en la UE.

Entre estos desarrollos también se encontraría la elaboración de un RD que garantizase el abastecimiento a la distribución para que ésta pueda hacer realidad que el medicamento sea accesible. “En 2009 se procederá a su tramitación”, señaló. Igualmente, se refirió al RD de receta médica, tanto para el sector público como para el privado, que será “una garantía para el paciente y posibilitará la mejorar de la calidad del sistema”.

De otro modo, hizo mención a la implantación de la e-receta, y dijo que la interoperatividad entre los diferentes sistemas de las comunidades “es tecnológicamente posible y la obligación y responsabilidad del Gobierno es asegurarlo”.

A pesar de lo positivo del informe de Yves Bot, el modelo de farmacia todavía no está a salvo de las pretensiones liberalizadoras. Así lo pusieron de manifiesto los abogados Antonio Durán-Sindreu y Aurelio Alonso-Cortés, ambos intervinientes en el Foro Aproafa. En este sentido, Duran-Sindreu consideró que el ‘caso italiano’ “tiene consecuencias para el modelo español, pero no al cien por cien”.

Según él, existen algunos “flecos” en nuestra legislación que, por ejemplo, permiten la proliferación de cadenas de gestión de farmacias y por ahí “se judicializará el sistema sanitario”. Por eso, estimó que el Gobierno “no tendría que esperar a la sentencia del ‘caso italiano’ y debería legislar” para reforzar las bondades del modelo y la defensa de la independencia económica del farmacéutico y sus cooperativas de distribución.

Por su parte, Alonso-Cortés, presentó el trabajo “Las autoridades nórdicas de la Competencia y el abogado general Yves Bot”, y comparó ambos informes. Según él, coinciden en señalar que las restricciones a la competencia deben estar justificadas por los Estados miembro siempre que exista “interés general de proteger la salud de los ciudadanos, y de garantizar el abastecimiento, la calidad y el uso correcto del medicamento”.

Asimismo, aseguró que, a pesar de que no se debe bajar la guardia, se ha consolidado que “la farmacia tiene que ser para el farmacéutico y que los Estados tienen competencia para legislar en materia farmacéutica”.

Informes

Por otro lado, el Foro de Aproafa sirvió, igualmente, para conocer un informe elaborado por Antares Consulting: “La accesibilidad al servicio farmacéutico”. Para su director, Rafael Borrás, se pone de manifiesto que el 87 por ciento de la población española tiene una farmacia a menos de 250 metros de su domicilio, algo que “el ciudadano valora mucho”. Como también valoran las actuaciones que se realizan más allá de la dispensación, unas 8.800, que según él tendrían un coste cercano a los 19,5 millones de euros.

Asimismo, se presentó otro estudio, “El farmacéutico en el mercado laboral español”, elaborado por Farma Iuris, en el que su fundador, José María Besalduch, puso de manifiesto algunas peculiaridades del sector. Así, señaló que España es el país de la UE, tras Italia, con más alumnos matriculados en las facultades de Farmacia; el que más alumnos tiene matriculados por habitantes, 60 por cada 100.000; el de mayor número de licenciados en Farmacia, 2.200 licenciados; y el que cuenta con más licenciados por habitante, seis por cada 100.000 habitantes.