Generar “alianzas entre hospitales y uniones ante la complejidad”. Esa es la receta de Madrid para evitar la dispersión que el SNS genera en ocasiones y que impide que mejore la calidad de la asistencia y sube el gasto. Para lograr este objetivo, el papel de las asociaciones de pacientes es clave, según la viceconsejera de Sanidad, Patricia Flores.
Flores hizo hincapié en la información que el colectivo asociacionista puede ofrecer. En el caso de esa “alianza de servicios complejos”, la viceconsejera solicitó la colaboración de los pacientes a la hora de elaborar “registros de casos en enfermedades complejas” que al final se traduzca en un enfoque equitativo de los tratamientos con independencia del lugar de residencia.
Pero la labor informativa de los pacientes puede ir más allá. Flores cree que el conocer de las asociaciones es fundamental para fomentar la transparencia en el sistema y “tener indicadores de resultados, tanto clínicos como de de proceso”.
Madrid es hasta la fecha la única comunidad que ha regulado un sistema de participación activa de los pacientes. Ahora trabaja en el diseño de la Estrategia de Cronicidad, cuya presentación está prevista para antes de final de año. Incorporará como novedad cambios en los procedimientos internos. La clave, según Flores, es haberse colocado “en el papel del enfermo” para modificar los procedimientos que puedan estar dificultando su camino.