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Atenas
Los más de 200 representantes de la distribución europea, reunidos en Atenas con motivo de la 50ª reunión de la Asamblea General de la patronal europea de mayoristas (GIRP), evento que tuvo lugar del 7 al 9 de junio, coincidieron en señalar que “la mayoría de los países europeos regulan la remuneración de las distribuidoras a través de diversas normativas basadas en el constante decrecimiento de márgenes, lo que está propiciando que nuestra rentabilidad sea cada vez más insostenible”. Así lo señalan en uno de los documentos de consenso derivados de esta cita.
Sin embargo, la patronal europea también culpa de la situación a los laboratorios. En concreto, a sus prácticas de distribución selectiva, que, según indicó el presidente de la patronal, René Jenny, “rompen el equilibrio entre la generación de ingresos por medicamentos de alto y bajo coste”.
La escasa rentabilidad que los medicamentos de bajo coste producen en estas distribuidoras son equilibradas, o “subsanadas”, como prefiere decir Jenny, con los ingresos derivados de la distribución de medicamentos de gama alta. Esta oposición de ingresos permite, según el presidente de GIRP, “que los fármacos de bajo coste sigan siendo suministrados en las más altas condiciones de calidad y sin decaer el servicio, a pesar de que los actuales sistemas de remuneración en Europa no ofrecerían de por sí suficiente margen para cubrir sus gastos de almacenamiento, transporte y suministro”.
Asimismo, la patronal europea denuncia que tanto la distribución selectiva como el suministro directo por parte de los laboratorios “se centran exclusivamente en fármacos que aportan grandes beneficios”, con lo que deja que aquellos de baja rentabilidad “sigan siendo suministrados por los almacenes”. Una situación que, según alertan, “puede poner en peligro el modelo de distribución europeo”.
Por otro lado, la Junta Directiva del GIRP estudia fórmulas que acaben con esta situación “y hagan compatible el derecho de la población a acceder a los medicamentos con una adecuada estructura remunerativa a los almacenes”, concluyó el documento firmado en Atenas la pasada semana.