Las medidas de presión contra los RDL y la repercusión que tendrán sobre su aplicación en el modelo centraron el debate de la convención

En el encuentro se creó un Gabinete de Crisis para hacer un seguimiento de la situación y valorar la forma en la que se aplican los decretos

| 2010-06-18T16:25:00+02:00 h |

Toni Martínez

Valencia

“Hay que hacer algo”. “No podemos seguir así”. “¿Quién pagará la factura?”. Los ánimos estaban calientes en la reunión de la VIII Convención en Defensa del Modelo de Farmacia Mediterráneo. Si en otras ediciones el dictamen motivado y el peligro de la liberalización del sector fueron los temas estrellas, este año, con el conflicto europeo encauzado, las preocupaciones se centraron en los RDL 4/2010 y 8/2010.

Con la mirada puesta en la facturación del 1 de julio, los farmacéuticos hicieron piña para exigir al Gobierno la derogación de ambas medidas, ya que, como explicaron en el documento de conclusiones del encuentro, “además del impacto directo sobre todas las farmacias españolas y sobre el empleo, suponen una pérdida de derechos y oportunidades futuras que van a influir indudablemente en el modelo”. El documento se asegura, asimismo, que “el empleo que se va a perder en las farmacias redunda en perjuicio de los pacientes y de la calidad de los servicios farmacéuticos, además las medidas aprobadas por decreto no se pueden aceptar sin fecha de caducidad, para poder recuperar los empleos perdidos”.

La anfitriona de la convención, la presidenta del COF de Valencia, Teresa Guardiola, recordó que “la farmacia mediterránea se enfrenta a su mayor crisis, ocasionada por una legislación que está poniendo en peligro el modelo”. Para ella, los dos RDL tienen consecuencias “dramáticas” para el sector farmacéutico, tanto para la industria, “que apostó por los genéricos”, como para las farmacias, “que tendrán que prescindir de miles empleos y cuyos márgenes están ya en el límite”.


Los COF y el Consejo

Diferentes presidentes de colegios de farmacéuticos dieron su visión de la situación. Así, desde Castellón, su presidente, Jesús Bellver, apostó por un acuerdo entre todos los agentes. Para él, “un Pacto por la Sanidad es más necesario que nunca, ya que los RDL han salido por no estar unidos, cada uno ha ido a la suya tirándole el muerto al vecino y al final todos hemos pagado el pato. Debe servir de escarmiento”.

Más escéptico se mostró Alberto García Romero, presidente de los farmacéuticos madrileños. Su escepticismo se basa en que “por un lado la industria tiene objetivos e intereses distintos a los nuestros, incluso diría contrapuestos en algunos casos, porque no es de recibo que se diga públicamente por parte de Farmaindustria que se de liberalizar la farmacia. Pero es que, además, gran parte de la distribución, siendo nuestra, está lejos de las oficinas de farmacia”.

Por su parte, Jaime Carbonell, presidente del colegio alicantino aseguró, de forma muy vehemente, que “el problema ya lo tenemos aquí y hay que afrontarlo de forma inmediata reduciendo costes, es decir, menos luz, menos teléfono, menos recursos humanos…”. El COF de Alicante ha decidido hacer huelga porque, para su presidente, “hay que hacer algo para hacer notar que estamos mal”. “Si no hacemos nada, no podremos parar la tercera medida que puede venir, por eso hemos decidido un cierre profesional, pero sin molestar a nuestro paciente porque es nuestro aliado, cerraremos por la tarde para alertarle al ciudadano de que tiene el riesgo de perder su modelo”, aseguró.

Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, expresó su “máximo respeto” a las decisiones asamblearias, pero dejó claro que no convocará movilizaciones o huelgas. Además, anunció la “firme decisión” del Consejo de no asumir el pago de los correspondientes a la industria y, en consecuencia, que sea ésta la que los reintegre a las comunidades autónomas antes de que la farmacia realice su facturación para que no sea descontada de ésta.


Gabinete de crisis

Fernando Redondo, presidente de FEFE, realizó una propuesta a los presentes: “crear un gabinete de crisis para hacer un seguimiento, valorar las repercusiones de las medidas que nacen de los decretos y hacer públicos los acuerdos de esta convención a todas las instituciones”. Guante que fue recogido por el colegio valenciano y por la Plataforma de Defensa del Modelo Mediterráneo de Farmacia. Para él se debe buscar la unión entre el sector e “ir juntos al ministerio a negociar, sabiendo qué se va a aceptar y qué no”. Igualmente, afirmó que una de las cuestiones más graves era que “el farmacéutico no sabe cómo se va a aplicar el RDL y eso le impide hacer previsiones”.

Por otro lado, desde la industria, que también participó en el encuentro, se mostró preocupación ante la situación, ya que, consideran que “no se pueden hacer medicamentos al precio de un euro e incluso es posible que desaparezcan principios activos esenciales para la terapéutica, lo que se puede convertir en un problema de salud pública”. Para los representantes de las empresas farmacéuticas, “muchos laboratorios, la mayor parte de capital español, podrán entrar en pérdidas”.