Sanidad limita la administración de los antivirales Tamiflu y Relenza a los hospitales

FEFE y Adefarma consideran que no se debe a que se desconfíe de los boticarios

| 2009-05-03T18:26:00+02:00 h |

A. Cornejo/A. Díaz

Madrid

La decisión adoptada por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, de limitar a los hospitales la administración de los dos medicamentos que han demostrado su utilidad en los casos de ‘nueva gripe’, oseltamivir (Tamiflu, de Roche) y zanamivir (Relenza, de GlaxoSmithKline), lejos de ser considerada por los farmacéuticos españoles como una falta de confianza en su profesionalidad, ha sido bien aceptada por el sector.

Este criterio de retener los antivirales para las oficinas de farmacia establecido por Sanidad, que la Agencia Española del Medicamento (Aemps) comunicará (al cierre de esta edición no lo había hecho) a través de una circular a los farmacéuticos, se fundamentó, según Jiménez, en la obligación de responder a “una necesidad clínica”. Este control farmacéutico, que ha hecho desaparecer de las boticas los dos fármacos, fue justificado por la ministra por el intento de prevenir que se pueda adquirir el antiviral sin receta.

Este aspecto, el de adquirir Tamiflu y Relenza sin receta médica, es una prohibición recogida por la ley, ya que ningún farmacéutico puede dispensarlos sin que el paciente presente la correspondiente receta. En caso de incumplir este requisito, el farmacéutico puede ser sancionado en virtud del artículo 101 16 b de la Ley de Garantías.

¿Desconfianza?

A pesar de que esta medida podría haber sido interpretada como una desconfianza hacia la profesionalidad del farmacéutico, este colectivo no se lo ha tomado así. En este sentido, la presidenta de la patronal estatal FEFE, Isabel Vallejo, ofreció su colaboración al Gobierno por tratarse de “un caso especial en el que hay que acatar los protocolos y directrices de Sanidad y la OMS”.

Para ella, más que desconfianza se trataba de “una medida preventiva ante el miedo de los ciudadanos, por eso no lo enfocaría como una restricción o desconfianza en las atribuciones del farmacéutico”. Eso sí, la presidenta de FEFE quiso resaltar la profesionalidad de los farmacéuticos. “Siempre somos muy estrictos a la hora de exigir la receta y, en una situación como ésta, mucho más”, comentó.

Asimismo, indicó que había que transmitir a los ciudadanos que esta medida “no responde al hecho de que haya escasez de antivirales, sino para evitar el acopio innecesario”. A este respecto, cabe recordar que Sanidad informó que España tiene en la reserva 10 millones de dosis de antivirales.

Por su parte, la presidenta de la patronal madrileña Adefarma, Alexia Lario, coincidió con Vallejo en el análisis de la situación. “Cortar el suministro a las farmacias implica calmar los intentos de la población por adquirir antivirales”. A este respecto, Lario incidió en que “lo importante es que haya acopio de antivirales en los laboratorios y hospitales, más que las farmacias”.