Tanto FEFE como Ceofa se quejan del criterio establecido de dosis diaria definida para calcular los precios referencia
Consideran que es un problema del que ya se había avisado con anterioridad al ministerio de Bernat Soria
A. CORNEJO
Madrid
El clima de inestabilidad que se ha apoderado de las oficinas de farmacias españolas debido al “error” que ha provocado que un total de 242 conjuntos de medicamentos su precio menor, establecido en el nomenclátor que entró en vigor el pasado uno de enero, estuviese por encima del precio de referencia, que entrará en vigor el próximo mes de mayo, ha provocado el enfado entre los empresarios farmacéuticos. A este respecto, el presidente de la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa), Ángel Pérez, consideró que estaba motivado porque el Ministerio de Sanidad “está haciendo argucias económicas que no se sostienen”.
Para Pérez, el problema es que desde el ministerio que dirige Bernat Soria las bajadas de medicamentos no se establecen en base a la competencia “sino en argucias con las dosis diarias”. Una opinión compartida por la presidenta de la Federación de Empresarios Farmacéuticos Españoles (FEFE), Isabel Vallejo, que insistió en que “todo es consecuencia del error que se comete al fijar los precios en función de las dosis diarias definidas por la OMS, cuando la propia organización ya manifestó que sus criterios no debían seguirse para calcular precios de referencia”.
El caso es que el problema que se ha derivado de los precios menores establecidos en el nomenclátor ha dejado a la farmacia española en una situación en la que no sabe a qué carta quedarse, ya que este año no existe ningún periodo de convivencia para estos precios. Según la presidenta de la patronal estatal de oficinas de farmacia, “la prisa por aplicar precios menores en un intento de primar el ahorro ha dejado un vacío jurídico”.
En este sentido, Vallejo considera que una vez que la lista de precios menores salió de la propia orden para ser asociada al nomenclátor, “ha perdido todo su cuerpo legislativo y no tiene rango de norma jurídica”, motivo por el cual el Ministerio de Sanidad debe buscar cómo poder hacer modificaciones, ya que “éste sólo puede ser revisado cada seis meses porque no se permite una corrección a través del BOE”.
El problema que se presenta ahora a la farmacia tiene dos vías distintas, según la comunidad autónoma donde ejerza cada profesional farmacéutico. Así, hay comunidades (Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha y Castilla y León) donde existen listas paralelas, por lo que estás podrán ser rectificadas y actualizadas para corregir los errores. Sin embargo, en aquellas donde no existen esas listas de precios máximos la ley obliga al farmacéutico a dispensar en base al precio menor, aunque no sabe si se producirán los reembolsos en base a este precio menor o al de referencia. “Eso es un defecto legislativo porque el de menor precio ya no está en la orden”, señala Vallejo.
Por otro lado, tanto Pérez como Vallejo se quejan de que ya se había avisado al ministerio de que se produciría esta situación. “Se les ha avisado por activa y por pasiva de los problemas que podían ocurrir atendiendo a los años anteriores. Si hiciesen caso a los que entienden del tema, otro gallo cantaría”, afirma Pérez.
Algo con lo que coincide Vallejo, que lanza un aviso al departamento de Soria. “Queremos recordar al ministerio que las alegaciones siempre tienen la intención de mejorar una norma en estudio y no se hacen de cara a la galería”, concluye.