El artículo 7 del Real Decreto-ley 9/2011 lo dejaba claro: “las administraciones sanitarias adoptarán las medidas precisas para que la receta electrónica esté implantada y sea interoperable en todo el Sistema Nacional de Salud antes del 1 de enero de 2013”. Sin embargo, a menos de cien días para que finalice el año, esta premisa es una quimera para muchas autonomías.
Así, solo siete regiones pueden presumir de tener completamente implantada la e-receta: Andalucía, Extremadura, Baleares, Cataluña, Canarias, Cantabria y Galicia, lo que apenas supone el 46 por ciento del mapa farmacéutico nacional. En otras, como Comunidad Valenciana y Aragón, un esfuerzo de última hora permitiría alcanzar el objetivo antes de 2013, por su avanzado nivel de implantación. El problema se localiza donde la receta electrónica, a día de hoy, ni está, ni se la espera.
Según la opinión general de los colegios farmacéuticos de estas autonomías, es “imposible” pensar que sus farmacias trabajarán con este sistema a corto plazo. “En La Rioja todavía no se han producido contactos de la consejería con el colegio para valorar su implantación”, confirmó a EG José Javier Vázquez, presidente del COF de esta región. Tampoco en Asturias, donde “es una situación que, por el momento, no se dibuja”, indicó el presidente de su colegio farmacéutico, José Villazón. Ni en Murcia, aunque en este caso consejería y colegio sí han acordado la necesidad de dar “mayor velocidad” a la puesta en marcha del pilotaje, pero sin fecha concreta.
E-receta y copago
Las ventajas de la receta electrónica son sobradamente conocidas. Desde la publicación del RDL 16/2012 y la implantación del nuevo copago por renta hay que añadir una más: la posibilidad de conocer a través de este sistema cuando el paciente ha alcanzado el tope mensual de aportaciones en el pago de sus medicamentos.
En autonomías como Andalucía o Galicia, desde que el 1 de julio entró en vigor el nuevo copago por renta, sus farmacias pueden conocer tras cada dispensación los desembolsos acumulados por el paciente. Cuando este llega al tope mensual establecido, el sistema lanza un aviso para que no tenga que hacer más pagos en próximas dispensaciones. “Es un sistema que ahorra muchos trámites administrativos”, afirmó Ana Prieto, presidenta del COF de Lugo.
Los pacientes catalanes y extremeños tampoco tienen que adelantar dinero por sus medicinas cuando alcanzan dicho tope. Precisamente, en Cataluña se retrasó la aplicación del nuevo copago “hasta que se desarrollase el modulo informático que informa de las aportaciones acumuladas”, recordó Josep Aiguabella, máximo dirigente del COF de Lérida.
En el caso extremeño, su gobierno regional anunció la semana pasada la adecuación de los sistemas de conexión entre boticas y el Servicio Extremeño de Salud (SES) para tal fin. Una adecuación en la que también ya trabaja Cantabria.
La tónica general en las regiones que no tienen completamente implantada la e-receta es que sea el paciente quien reclame a posteriori el reembolso de la cuantía sobrepasada, una devolución que puede demorarse durante varios meses. Existen excepciones, como es el caso de Madrid y Comunidad Valenciana, donde se han habilitado mecanismos provisionales para evitar estas situaciones. En Madrid, el ‘documento de dispensación’ establece una cartilla que presenta el paciente en cada visita a la botica, en la que los farmacéuticos anotan a mano los datos de cada dispensación y las aportaciones totales acumuladas, para conocer cuando se supera el límite.
Por otro lado, destaca que si el desarrollo de la e-receta en toda España antes del 1 de enero de 2013 es complicado, la interoperabilidad de los diferentes sistemas autonómicos, otro reto que también fija el RDL 9/2011, parece el “más difícil todavía”.