Los baremos de méritos que establecen las comunidades autónomas a la hora de adjudicar a través de concursos oficinas de farmacias es uno de los talones de Aquiles del modelo farmacéutico español. Una debilidad que una y otra vez ha sido golpeada por los tribunales y que pone en peligro la existencia de muchas boticas que se concedieron con estos requisitos. En este sentido, Asturias, y su concurso de 2002, se ha convertido en la cabeza visible de un problema que algunas comunidades han solucionado y otras no.
Sobre este particular, cabe recordar que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) declaró, a través una sentencia dictada el 11 de noviembre de 2010, que los puntos 6 (que precisa que los méritos profesionales referidos al ejercicio profesional obtenidos en el ámbito del Principado de Asturias se computarán con un incremento del 20 por ciento) y 7 apartado c (que establecía lo propio en caso de desempate) del anexo del Decreto 72/2001 no se ajustaban a derecho. Una sentencia que en lo referente a este aspecto fue ratificada el pasado mes de mayo por el Tribunal Supremo.
De este modo, y una vez que el Alto Tribunal declaró nulos estos dos puntos por privilegiar en el proceso de selección a los farmacéuticos que ejercían su actividad en una parte del territorio nacional, este tipo de baremación pone en riesgo los concursos celebrados bajo estas reglas e incluso en entredicho el modelo farmacéutico español. Y es que, esa discriminación se estima contraria al artículo 49 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, tal y como señaló la sentencia del Tribunal de Luxemburgo de 1 de julio de 2010.
Sobre este particular, cabe destacar que actualmente el Gobierno del Principado apura el plazo legal del que dispone para la ejecución voluntaria de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo, que anuló el concurso de 2002 y podría desembocar en el cierre de 24 boticas. Así, si opta por no dar cumplimiento a la sentencia, se abrirá la posibilidad de que los demandantes soliciten su ejecución forzosa. A este respecto, Diego Cueva, representante legal de Pilar Chao, una de las demandantes, indica a EG que aún no han tomado una postura definitiva. “Mi representada es consciente de la trascendencia que tendría pedir su ejecución”, indica Cueva.
Modificaciones
En los últimos años, debido a estas sentencias, la práctica totalidad de comunidades autónomas ha modificado sus normativas con el objetivo de eliminar estos privilegios en sus baremos de méritos. Así, en comunidades autónomas como La Rioja, Extremadura, Canarias o Aragón estos cambios se realizaron de forma previa a la convocatoria de nuevos concursos a sugerencia de sus colegios farmacéuticos. Para Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, “no hay norma más justa que la que no discrimina”.
También en Murcia es inminente la publicación de la nueva Orden para modificar el baremo de méritos en la adjudicación de nuevas farmacias, cuya principal novedad es la supresión de los 0,3 puntos que antes se otorgaban por año de ejercicio en la región. Sin embargo, otras autonomías han convocado nuevos concursos manteniendo las primacías en sus baremos a los boticarios locales, al no considerar firmes o de obligatorio seguimiento las sentencias dictadas sobre este asunto.
Este es el caso de Baleares, que convocó un concurso en 2010 para adjudicar 18 farmacias en el que se mantuvo la prima de 0,045 puntos “por mes de experiencia profesional realizada en Islas Baleares”. La Plataforma para la Libre Apertura de Farmacias (Plafarma) presentó un recurso contra esta convocatoria y aludía a lo indicado por el Tribunal de Luxemburgo ante esta discriminación positiva. El enredo puede ser mayor ya que la Consejería de Salud balear ha optado por seguir adelante con la adjudicación de estas 18 boticas sin esperar al fallo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
Años antes, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria tumbó la posibilidad de establecer una puntuación adicional por ejercicio profesional en farmacias cántabras. La salvedad en el caso cántabro es que la sentencia debía aplicarse “en futuros concursos” y no afectaba al proceso que estaba abierto en la fecha que se emitió.
El idioma, último resquicio
La puntuación por ejercicio en la región ha desaparecido de los baremos autonómicos, pero no así el conocimiento de las lenguas locales, un último guiño a los boticarios de la región. Además de Baleares, que también prima con puntos adicionales el nivel de conocimiento oral y escrito de la lengua catalana, en Cataluña se otorgan dos puntos por este motivo.
Por otra parte, la Comunidad Valenciana eliminó la primacía por ejercicio en la región en 2011, pero, en cambio, optó por mantener la prima por conocimiento de la lengua autóctona. Más sorprendente es el caso de País Vasco. Los conocimientos en euskera pueden sumar cinco puntos adicionales, mientras que la posesión de cualquier título especialista apenas supone un punto.
En Asturias 24 farmacias pueden ser cerradas, y el futuro de otras 18 en Baleares también está en manos de los tribunales
Algunas autonomías sí mantienen las primas por conocer la lengua local como un último guiño a sus boticarios