Los últimos datos apuntan a que determinar la traslocación del gen ALK será clave en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico

Las cifras de carcinoma pulmonar siguen aumentando y los oncólogos piden campañas más rotundas para frenar el tabaquismo

| 2010-10-29T16:33:00+02:00 h |

UNAI GARCÍA

Madrid

El cáncer de pulmón sigue siendo la causa principal de muerte por carcinoma en hombres y mujeres. Representa el 13 por ciento de los diagnósticos de cáncer y constituye el 29 por ciento de las muertes por esta enfermedad. De este modo cuenta con el nivel más bajo de supervivencia, situándose en torno al 13 por ciento a los 5 años, lo que hace que se convierta en un problema prioritario de salud pública debido a la elevadísima mortalidad de origina. Las líneas de investigación necesitan avanzar rápidamente para ofrecer tratamientos a los pacientes que puedan aumentar su esperanza de vida. Todas estas cuestiones se han abordado en un encuentro de expertos organizado por Contenidos e Información de Salud, en el que bajo el título ‘Cáncer de Pulmón, avances y materias pendientes’ se ha intentado clarificar en qué estado se encuentra actualmente la enfermedad, las novedades más recientes en tratamientos y qué personas son más propensas a sufrirlo.

En este encuentro se abordó el aumento de casos de esta enfermedad en mujeres, y es que aunque el número de muertes de los cuatro cánceres de mayor frecuencia —pulmón, mama, próstata y colorrectal— está disminuyendo, se observa que ha habido un aumento que se acerca al 1 por ciento por año entre las féminas, tendencia que se achaca al aumento del tabaquismo entre las mujeres. Según Lola Isla, oncóloga médico del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, existen diferentes estudios que apuntan a que las mujeres necesitan menos cantidad de tabaco para desarrollar este tipo de cáncer. Isla señaló la progresiva incorporación de la mujer a la vida pública, iniciada en los años 60, como principal factor del desarrollo del hábito de fumar, siendo en la actualidad cuando se pueden ver los efectos. “Que haya algunos datos sobre esta diferencia biológica entre hombres y mujeres podría explicar que estas enfermedades no tengan una respuesta a los tratamientos igual”, argumentó. Por su parte, Enriqueta Felip, jefe de sección de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, admitió que hace una década ver a una mujer con esta patología era algo anecdótico. Sin embargo, en los últimos años, la prevalencia se ha disparado, mientras que el de hombres está disminuyendo. El principal problema es que “las mujeres no son conscientes de que les puede afectar”, por ello, y según afirmó Pilar Garrido, jefe de sección de Oncología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, la tendencia es que “pueda haber más cáncer de pulmón en las mujeres si no se consigue concienciar”, señalando especialmente al grupo de mujeres adolescentes, ya que parece ser que en este grupo poblacional tiene más incidencia el tabaquismo.

Hoy, en Estados Unidos, un país donde sí se ha llevado a cabo una monitorización exhaustiva del cáncer de pulmón desde la década de los 80, mueren más mujeres por cáncer de pulmón que por cáncer de mama. De hecho, los datos arrojados en este país en septiembre de este mismo año confirman que hay más muertes por este carcinoma que por cáncer de mama y colon juntos, dos tumores que tienen mucha más prevalencia. En este sentido, Isla apuntó a la conexión que parece existir entre una mayor adicción al tabaquismo relacionada con el sexo, aunque es cauta al afirmar que todavía son datos muy preeliminares. Garrido, por su parte, cree que a esta susceptibilidad genética se suman también aspectos psicosociales como el temor a poder engordar si se deja de fumar, etc… que se dan, en mayor medida, en el caso de las mujeres. La falta de estadísticas claras al respecto en España ha desembocado en la creación de una base de datos común para las pacientes, denominada World 2007.

Causa principal

Dado que el tabaco está detrás del 85 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, las oncólogas coincidieron en que hace falta un cambio cultural y sobre todo una concienciación para que la tendencia cambie. Es decir, realizar campañas de sensibilización en las que colaboren tanto profesionales como sanitarios, ya que la información no ha llegado a la población de una forma que sirva para deshabituar a un fumador o evitar que un adolescente empiece a fumar. “Echamos de menos campañas como las de ‘ponte el cinturón’ de tráfico ya que son más efectivas y tienen una mayor incidencia en la población”, matizó Garrido. En este sentido, Isla señaló a la falta de claridad en la información como principal problema; “no se ha aceptado como segura la relación tan directa que existe entre fumar y padecer cáncer, y no hablo sólo de cáncer de pulmón”, sentenció.

Garrido, por su parte, indicó que la preocupación de la población versa más en la pronta detección y curación que en la prevención, “si dejas de fumar no vas a tener que preocuparte porque haya un método de detección precoz, y eso no se deja claro en ninguna campaña debido a que se trata de algo cultural”.

Sin embargo, tener una técnica de cribado poblacional que sea costo efectiva para detectar este tumor en sus estadios iniciales está aún lejos. A este respecto hay estudios que indican la posibilidad de que la tomografía axial computerizada (TAC) pueda ser un método futuro de detección precoz para toda la población, si bien tal y como explicó Felip, aún es pronto para afirmarlo, sobre todo en relación a su costo efectividad y a la necesidad de que sea interpretada correctamente para no someter al paciente a posteriores pruebas innecesarias. Isla, se refirió también a, que existen otras técnicas, como los análisis moleculares, líquidos biológicos… pero que éstas están todavía muy poco avanzadas, aunque son una línea de trabajo abierta. A pesar de ello, la jefe del Servicio de Oncología del Hospital Vall d’Hebron advirtió de que, por mucho que se avance en la detección precoz de la enfermedad, el mensaje que se tiene que transmitir no debe ser “fume usted y hágase la prueba”, sino que debe ser “deje de fumar”.

Un segundo tipo

Sin embargo, no todos los cánceres de pulmón se deben al tabaco. Aproximadamente un 15 por ciento de los casos de esta patología se dan en personas no fumadoras. “En un futuro vamos a tener dos tipos de cáncer de pulmón, el de fumador y el de no fumador” corroboró la especialista del Hospital Ramón y Cajal.

La aplicación de tratamientos individualizados con fármacos dirigidos a las mutaciones específicas de este tipo de pacientes parece estar teniendo resultados óptimos en la curación de dicha patología, aunque éstos están todavía en fase experimental. Garrido afirmó que el pronóstico en este tipo de enfermos es mucho mejor, una teoría que apoyó Isla, quien además de hablar del éxito de una técnica de detección de un mutación genética más frecuente en no fumadores, añadió que los tratamientos suelen ser más eficaces en este grupo. “En no fumadores empiezan a verse unas alteraciones genéticas muy específicas que, si van en la línea de lo que parece, pueden seguir dando tratamientos específicos diferentes que consigan mejorar la esperanza de vida”, sentenció Garrido. Si bien se avanza hacia estas dos modalidades de cáncer de pulmón, el futuro de ambas es la búsqueda de tratamientos individualizados para cada paciente.

Por esta razón, el reto importante que se plantea en estos momentos, según explicó Felip, es que para poder seleccionar el mejor tratamiento para los pacientes, al menos con los fármacos disponibles que van ligados a unas características, se dispone de muy poco material, por ello, lo que se está planteando la comunidad científica es la necesidad de averiguar cuál es el algoritmo, es decir, saber si se considera costo efectivo poder realizar las distintas pruebas en todos los pacientes. “Evidentemente, se supone que conforme se vaya asentando el papel de estas mutaciones, probablemente se vayan implementando métodos diagnósticos bien validados que sean fáciles y accesibles a muchos centros hospitalarios y que puedan resultar reproducibles”, manifestó.

Nuevas vías

Como cada año, los congresos de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrados respectivamente en junio y octubre, han determinado los últimos avances en tratamientos oncológicos y más en concreto en cáncer de pulmón.

La posibilidad de establecer tratamientos basados en alteraciones genéticas en grupos de pacientes reducidos pero que tengan unas alteraciones para aplicar tratamientos dirigidos a dianas moleculares y que además no tengan una toxicidad tan alta es una ventaja de cambio rápido, según expresó Felip. “Vamos a buscar una diana y a encontrar el fármaco que funcione en esa diana y aporte resultados positivos, ésa es la realidad en la investigación de tratamientos”, explicó Isla.

En este sentido, las oncólogas destacaron la aparición de crizotinib DCI, el primer fármaco inhibidor de ALK, y sus prometedores resultados en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), que representan alrededor del 85 por ciento de los casos. Este gen está considerado como motor clave en la oncogénesis o desarrollo de algunos tumores. En este sentido los resultados de los ensayos clínicos presentados en ambos congresos, muestran la utilidad de crizotinib en pacientes con CPNM con traslocaciones del gen ALK, presente en aproximadamente un 4 por ciento de estas personas. No obstante, según señaló Isla, a pesar de los buenos resultados mostrados por crizotinib, independientemente de la línea de tratamiento, la edad, el sexo y el estado general del paciente y su baja toxicidad, deberán ser confirmados con los estudios aleatorizados que están actualmente en marcha. “Desde el congreso de ASCO el número de pacientes que se han analizado ha aumentado y la respuesta en pacientes cuyos tumores son positivos para la traslocación de ALK sigue siendo muy elevada”, puntualizó la oncóloga médico del Hospital Clínico Lozano Blesa.

Al respecto, las especialistas coincidieron en afirmar que ésta podría ser una terapia dirigida importante en la práctica clínica, que establecería la determinación de la alteración de ALK como otro análisis genético, además de la determinación de la mutación del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) —que regula las respuestas celulares de proliferación tumoral, supervivencia, invasión y metástasis— ya que estos dos biomarcadores son mutuamente excluyentes.

En cuanto a las novedades en relación a la combinación de fármacos, Isla se refirió a los resultados del estudio en fase III de sunitinib DCI en combinación con erlotinib DCI señalando que, aunque no se ha demostrado el objetivo primario de prolongar la supervivencia global, si hay un mejor tiempo en progresión y respuesta en comparación con la administración de la combinación de estos dos fármacos versus erlotinib con placebo. “A lo mejor en el análisis de subgrupos se encuentra alguno que esté especialmente beneficiado pero en estos momentos no conocemos estos datos”.

Un mensaje de futuro

Aunque las nuevas terapias y tratamientos ‘a la carta’ empiezan a dar sus frutos, el mensaje de las oncólogas fue rotundo con respecto a la importancia de la investigación traslacional. “En menos de una década tenemos tratamientos personalizados con terapias de inhibidores que consiguen medias de supervivencia muy buenas y nuevas combinaciones de quimioterápicos clásicos. Se ha conseguido dar medias de supervivencia por encima de los 14 meses y aunque queda mucho por andar, el mensaje es esperanzador”, explicó Felip.

Garrido, por su parte añadió “con fármacos como crizotinib y con un abordaje multidisciplinar de la enfermedad los avances son importantes, aunque prevenirlo es la mejor arma, ya que el 85 por ciento de casos no existiría si se dejase de fumar, incluso en pacientes con situaciones complicadas, la calidad de vida siempre es mejor si no se fuma”, a lo que Isla puntualizó “una conciencia social y cultural del daño que hace el tabaco a todos los niveles es muy necesaria”.