El consumo de fármacos por iniciativa propia ha aumentado en el ámbito laboral

El sector transportes, la construcción y la hostelería son los más afectados

| 2010-02-19T16:34:00+01:00 h |

a.c.

S. C. de Tenerife

En el ámbito laboral, determinadas condiciones de trabajo a las que se enfrentan los empleados, unido a la presión laboral que deben soportar, pueden estimular y favorecer el abuso en el consumo de medicamentos por iniciativa propia. Así, la sobrecarga de trabajo, las jornadas intensas o nocturnas, los turnos rotatorios, el trabajo en soledad e incluso el miedo a sufrir una baja en la actual época de crisis, han provocado que, en los últimos años, en comunidades autónomas como Canarias el 18 por ciento de la población activa reconozca haber consumido tranquilizantes “en alguna ocasión”. O que un 6 por ciento indique que ha hecho uso de somníferos. En este sentido, resalta que los psicofármacos son ya, tras el tabaco y el alcohol, el tipo de sustancias psicoactivas más consumidas en el ámbito laboral.

Estos datos, facilitados por CC.OO. Canarias, han propiciado que esta delegación isleña del sindicato nacional haya puesto en marcha, en colaboración con la Consejería de Salud autonómica, la campaña, “Prevención del consumo inadecuado de fármacos en el ámbito laboral”, con la intención de concienciar y sensibilizar a los trabajadores acerca de que el abuso en el consumo de medicamentos ligado a su empleo “debe ser visto como un riesgo laboral más”, tal y como indica Alejandro Romero, técnico asesor del departamento de Salud Laboral.

El autoconsumo de fármacos en este ámbito es, a juicio de Romero, “un círculo vicioso”, puesto que son utilizados tanto para el propio desarrollo de su labor como para paliar las consecuencias derivadas de su actividad: estrés, agotamiento, alteraciones del ritmo vital… Para este técnico asesor en drogodependencias, el trabajador no llega a estas situaciones “por gusto”, sino por las “habituales desfavorables condiciones de trabajo a las que se enfrenta”.

Por ese motivo, la campaña no sólo tiene como objetivo concienciar al trabajador sobre los riesgos del autoconsumo, sino que también está focalizada en la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención en las empresas para reducir, como señala Romero, el consumo por iniciativa propia de analgésicos, relajantes musculares, tranquilizantes, somníferos o antidepresivos.

Sectores con más riesgo

Aunque estas situaciones están generalizadas entre los distintos sectores de actividad, desde la delegación canaria de este sindicato se alerta de que su consumo es “especialmente grave” en subsectores como el de la construcción, los transportes, la hostelería, la educación o la limpieza. En este sentido, en el sector de la construcción, transportes y limpieza son frecuentes los problemas músculo-esqueléticos (contracturas, dolores de espalda, de articulaciones…) provocadas por largas jornadas de trabajo, posturas forzadas, sobreesfuerzos o manipulación de cargas. “En esos casos, el consumo de analgésicos y relajantes es mayor”, dice Romero.

Por contra, en sectores de mayor carga psíquica y emocional, como la educación, la sanidad o el trabajo en oficina, el uso de tranquilizantes o antidepresivos está más extendido. Además del consumo inadecuado de fármacos, también se denuncia que “las altas exigencias” a las que puede verse sometido el trabajador pueden provocar el consumo añadido de sustancias estimulantes.