| domingo, 14 de diciembre de 2008 h |

Redacción

Nueva York

Lilly presentó ante sus inversores sus resultados del año y los objetivos para el próximo. La compañía estadounidense quiere que la innovación y la orientación hacia el paciente sean sus ejes de futuro. Por ese motivo, continúa ampliando su pipeline, que alcanza ya las 56 moléculas, de las cuales el 40 por ciento son biotecnológicas. Para desarrollar estos nuevos productos Lilly se plantea la necesidad de aumentar la productividad de su I+D. El objetivo es reducir el coste en investigación por medicamento comercializado desde los 1.200 millones de dólares actuales a 800 millones en 2010.

Una decisión que refleja la filosofía de la compañía, definida por su presidente, John C. Lechleiter, como “la unión entre un incremento del volumen de ventas y un compromiso con la productividad y la contención de gastos”.

En el ‘Top ten’

En los nueve primeros meses de 2008 su volumen de ventas creció un 12 por ciento. Además de este aumento de ventas, Lilly también ha contribuido a la productividad del I+D así como la expansión de la compañía en países emergentes como la India y China.

Esto ha permitido a la americana situarse entre las diez compañías farmacéuticas que más facturan en el mundo, siendo la primera en velocidad de crecimiento en Estados Unidos y la cuarta en Europa. Entre los productos que obtuvieron mejores resultados comerciales se encuentran Cymbalta, Byetta, Humalog , Cialis y Alimta.

Lilly se ha caracterizado históricamente por desarrollar una estrategia biotecnológica que su vicepresidente, Steven M. Paul, reconoce “clave para la innovación farmacéutica”. En el futuro esta investigación biotecnológica seguirá en el centro de las preocupaciones de la compañía, como lo demuestra la adquisición de ImClone, líder en la investigación oncológica. Un hecho que ha permitido aumentar en un 40 por ciento el pipeline en fase clínica y hasta en un 50 por ciento el de últimas fases.