alberto cornejo
Cuenca
Pocas son ya las provincias que no cuentan todavía con una patronal local representativa de sus profesionales farmacéuticos. El pasado 30 de junio, Cuenca abandonó ese reducido grupo al crearse la Asociación Empresarial de Farmacéuticos de dicha provincia (Afarcu), que se integrará en la patronal nacional, FEFE, en la autonómica, Fefcam, y en la Confederación de Empresarios de Cuenca. Ha sido “la iniciativa de un grupo de farmacéuticos conquenses” la que ha propiciado su creación, “con vistas a aunar esfuerzos, no a litigar”, indica Pascual García, su primer presidente. El primer reto es conseguir la integración total de las cerca de 200 boticas existentes en esta provincia manchega.
Pregunta. ¿Cuándo se gestó la idea de crear una patronal en la que estuviesen integradas todas las farmacias de la provincia?
Respuesta. Hace ya un año y medio que nos pusimos manos a la obra para sacar adelante esta patronal, tras adquirir un compromiso tácito con la presidenta de la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Fefcam), María Dolores Espinosa, que siempre nos recordaba que nuestra provincia era la única en esta comunidad sin patronal. Todos estábamos de acuerdo en que había que ponerle la pata que le faltaba a la mesa sobre la que gira la Fefcam.
P. ¿Se trataba de una necesidad imperiosa?
R. Sí. Hasta la fecha en Cuenca nos faltaba ver a la farmacia como un ente empresarial que necesita una gestión adecuada.
P. ¿Considera que, sin esta patronal, los boticarios conquenses estaban aislados respecto al resto de compañeros manchegos?
R. Sí, esa fue la principal razón para crearla. Particularmente, los profesionales conquenses podíamos quedar descolgados respecto a nuestros compañeros autonómicos. Y, globalmente, permitimos así que la farmacia castellanomanchega pueda estar vertebrada al cien por cien desde el punto de vista empresarial.
P. Alude a un aislamiento de la farmacia conquense en temas de representación. ¿También ocurría esto en temas meramente profesionales, como la formación?
R. También. La Fefcam pone a disposición del colectivo gran cantidad de cursos formativos y de posgrado de extraordinario interés, que abarcan la nutrición, galénica, toxicología, farmacología… Sin olvidar los relacionados con la gestión de la farmacia. Unas herramientas de las que ahora nos podremos beneficiar.
P. También habrá actividades propias, ¿verdad?
R. Evidentemente. A lo anterior hay que unir los cursos on line y presenciales que promoveremos desde Afarcu. Para ello, utilizaremos las sedes que la Confederación de Empresarios de Cuenca dispone en numerosas localidades.
P. ¿Cómo son estas primeras semanas de existencia?
R. Para ponernos al día estamos recibiendo una grata ayuda desde Toledo, provincia en la que se encuentra tanto la primera patronal provincial de Castilla-La Mancha, Fedeto, como la sede de la Fefcam, y del gabinete jurídico de la Confederación de Empresarios. Más allá de emprender ya acciones concretas, lo más importante en estos primeros días es iniciar contactos con otros organismos, con los que debemos tener comunicación permanente, hacer saber a los boticarios conquenses el nacimiento de esta institución y que sepan que aquí tienen a un organismo que les defenderá.
P. Los problemas o necesidades en los que trabajará Afarcu en defensa de la farmacia conquense no diferirán de los existentes en el resto de España, ¿no?
R. La farmacia manchega, y por ende la conquense, no está ajena a la crisis económica general. Incluso quizás tenga mayor repercusión en nuestra región, al ser una red de boticas eminentemente rural. Quien diga que no nos afecta la crisis es que no conoce la realidad. Esta crisis no sólo afecta a la dispensación de productos de venta libre sino también a la propia organización de las farmacias. Si hay un momento en el que las patronales se revelan clave, es ahora en época de crisis.
P. Usted ejerce en Mota del Cuervo. Como conocedor de los mayores problemas que afectan a la farmacia rural, ¿sabrá dar con la tecla para mejorar su situación?
R. Conozco y sufro diariamente estos problemas. Sé de compañeros que este año recortarán sus vacaciones y sólo podrán disponer de una semana. Pero el tema de las vacaciones no es tan preocupante como el de la escasa rentabilidad. La farmacia rural da un servicio ejemplar, incluso en estos complicados momentos de subsistencia. Sin embargo, la solución debe ser global. Es difícil mejorar esta situación desde un organismo local.
P. ¿Qué características personales se verán reflejadas en su mandato al frente de Afarcu?
R. Soy un defensor a ultranza de las actividades formativas. Por tanto, trabajaré para que haya una gran oferta en este campo. También buscaré sinergias con entidades afines.
P. En este caso, conocerá los habituales conflictos de intereses que surgen entre patronales y colegios farmacéuticos, ¿no?
R. En Cuenca intentaré que no existan. Debemos fomentar la unión, no la división. Los miembros de ambas partes son los mismos: los farmacéuticos.