| viernes, 08 de abril de 2016 h |

En infinidad de foros se alude, como la clave para el éxito de la investigación biomédica, a la conjunción de las esferas pública y privada. A nadie se le escapa que una colaboración más estrecha en este ámbito reforzaría el papel de España como destino preferente en el desarrollo de ensayos clínicos. En numerosas ocasiones se pone en valor el papel de la iniciativa pública, pero en pocas se da relevancia al papel del sector privado.

Tal vez por esta razón, la celebración de la jornada ‘Innovación Biomédica en la Frontera 2020’ organizada por la Fundación IDIS en el Hospital Universitario HM Sanchinarro sirvió como ejercicio de autoafirmación del sector privado sanitario en su papel de colaborador necesario en innovación biomédica española, y reclamarón para sí que la innovación farmacéutica es la que mayor peso tiene en el conjunto del país.

Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, puso en valor el proyecto BEST de Excelencia en Investigación Clínica de Medicamentos en España como “uno de los principales dinamizadores de la colaboración público-privada para la investigación clínica de medicamentos en nuestro país. Esta iniciativa que Farmaindustria impulsó haca casi once años, nos ha permitido posicionar a España como un país atractivo para la investigación biomédica”.

En ese sentido y con el reclamo de la implementación del Real Decreto de Ensayos Clínicos — normativa que coloca a España como país pionero y referente europeo en la adaptación del reglamento de la Unión Europea (UE) y que no entrará en vigor hasta mediados de 2018 — se ofrecieron algunos datos relevantes que dan muestra de la importancia del sector privado en la investigación biotecnológica orientada a la salud. El más relevante hace referencia a que en cerca del 50 por ciento de la proyectos de ensayos clínicos desarrollados en España cuenta con la participación de unidades de investigación pertenecientes a centros sanitarios privados. De hecho se ofrecieron algunos datos sobre los números que se conjugan entre la investigación y la innovación en los ensayos clínicos y la iniciativa privada. Luis Mayero, secretario general del Instituto para el Desarrollo e Investigación de la Sanidad (IDIS), aseguró que centros privados en España ha participado en “1.002 ensayos clínicos desde 2004 y el 36 por ciento de estos han sido en fases tempranas. Además en nuestro país de los 775 centros de investigación 176 son privados, un 22, 7 por ciento”.

No solo por el precio

Por otro lado, Jordi Martí, presidente de Asebio, quiso enfatizar el papel de la innovación como elemento esencial en la sostenibilidad y aseguró que “las decisiones de comercialización de fármacos deberían tener en cuenta el valor terapéutico de la innovación y no solo su precio”, en una clara alusión al retorno a la iniciativa privada en este campo. Martí también destacó el buen momento destacó que “el año pasado aumentó un 30 por ciento en investigación biomédica, mucha de ellas en inmuno-oncología”. Por último, Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, destacó el papel de la industria tecnológica sanitaria y puso en valor la actividad formativa y de emprendimiento que se desarrolla en la patronal a la que pertenece y que tiene el foco puesto en el diagnóstico in vitro.