Carlos Arganda Madrid | viernes, 09 de diciembre de 2011 h |

¿Para qué sirven los precios de referencia si las dispensaciones se tienen que hacer a precio menor? ¿Por qué la resolución de precios de referencia no se adapta a la propia filosofía dinámica del nuevo sistema de precios de referencia? ¿Por qué se actualiza el sistema cuando el partido del próximo Gobierno ha asegurado en múltiples ocasiones que lo cambiará? ¿Por qué en el ámbito hospitalario la resolución lo único que hace es crear problemas?

Todas estas incógnitas han sido expresadas por la industria farmacéutica y biotecnológica al Ministerio de Sanidad a través de las alegaciones que presentaron la semana pasada a las resoluciones de precios de referencia.

De este modo, desde Farmaindustria se preguntan por la necesidad de la actualización iniciada por la dirección general de Farmacia. A pesar de que como reconoce Emili Esteve, director técnico de la patronal, siempre han estado de acuerdo con el sistema de precios de referencia como instrumento para sostener el gasto farmacéutico, la patronal entiende que “estamos en una coyuntura política distinta, con un nuevo Gobierno, con declaraciones de que van a cambiar muchas cuestiones”. Por ello no ve el motivo de “hacer esta revisión de urgencia en esta situación de provisionalidad en la que nos encontramos”, especialmente por que se trata de un cambio de diseño del sistema tan profundo que “correspondería al Gobierno entrante y no al saliente” hacerlo.

Por su parte, la patronal de genéricos, Aeseg va aún más lejos. Su director general, Angel Luis Rodríguez de la Cuerda, no entiende la coexistencia del SPR y el sistema de precios menores. Dos sistemas distintos de regulación de precio que se basan en parámetros diferentes pero que juntos “crean gran cantidad de incongruencias”. El representante de los genéricos se preguntó para qué vale en estos momentos el SPR, y es que, según él “solo entorpece” y resulta que lo que era una excepción puesta en marcha para Andalucía se ha convertido en general y obligatorio para todos.

Pero más allá de la definición y necesidad del sistema hay muchas consideraciones que la industria ha realizado a Sanidad sobre la puesta en marcha de este nuevo sistema de precios de referencia.

En este sentido, desde Farmaindustria muestran su rechazo a la incorporación de medicamentos no sustituibles en el sistema. “No debería ser así puesto que estos productos no se pueden prescribir y dispensar por principio activo y el modelo de precios de referencia requiere la PPA”, explica Esteve. Según él la modificación de precios de medicamentos no sustituibles no es adecuado hacerlo a través de un sistema de precios de referencia. Asebio, por su parte coincide con Farmaindustria en esta alegación, y ha expuesto a Sanidad que “no debería existir un conjunto de referencia de los medicamentos biotecnológicos por tratarse de medicamentos no sustituibles” y considera que “”existen mecanismos a nivel de Comunidad Autónoma y hospitales del SNS que regulan el precio final de venta de estos medicamentos”.

Otra alegación importante de Farmaindustria se refiere a la adaptación de la propia resolución al espíritu dinámico que establece para el SPR el RDL 9/2011. Desde la patronal no entienden que se sigan fijando precios con genéricos no comercializados dados los graves problemas que eso podría generar. Y es que, según Esteve se podría dar la paradoja de que una compañía solicitara la desfinanciación de un medicamento antes de bajar a un precio de referencia fijado por un genérico supuestamente comercializado y que Sanidad no lo autorizara por la inexistencia de genérico comercializado. Una situación que podría dar lugar a tensiones, especialmente en el ámbito de multinacionales y donde el perjudicado sería el paciente.

Otro de los ámbitos en los que Aeseg hace hincapié es en la necesidad de un periodo de repesca, como el que se habilitó en la revisión de los precios de las agrupaciones homogéneas y pide a la administración que el nomenclátor que incluya los precios que entrarán en vigor el 1 de abril sea el correspondiente a febrero y no al de marzo con el objetivo de tener margen de maniobra ante posibles ‘kamikazes’.

Por su parte, Asebio ha solicitado que se excluya de los conjuntos a aquéllos medicamentos con patente en vigor, que según indican hay varios casos y que además, el cálculo de los precios se realice en base a PVL y no a PVP.

Por último, las patronales han manifestado las grandes dificultades que las compañías han estado teniendo para la utilización de las notificaciones electrónicas, obligatoria para este procedimiento, tanto con la identificación con los certificados digitales como con el envío de la documentación.