| domingo, 30 de noviembre de 2008 h |

redacción

Madrid

La exportación de medicamentos por parte de farmacias españolas, prohibida explícitamente por la Ley de Garantías, no es vista desde el Ministerio de Sanidad como un problema excesivamente grave y relevante debido a que, según informaron a EG fuentes del propio ministerio, no es una práctica común entre las más de 20.000 oficinas de farmacia existentes en nuestro país.

En este sentido, estas mismas fuentes afirmaron que cuando se habla de exportaciones por parte de las oficinas de farmacia se hace referencia a “unos pocos garbanzos negros”, motivo por el que no se debe poner en cuestión el trabajo profesional que desempeña el resto de profesionales.

Sobre este particular, estas mismas fuentes precisaron que deberían ser los servicios de inspección de las diferentes comunidades autónomas los que tomasen cartas en el asunto en caso de tener conocimiento de estas prácticas fraudulentas. Algo que, por otro lado, ninguna comunidad ha reconocido como práctica habitual.

Avisos de los laboratorios

Las presuntas exportaciones llevadas a cabo por parte de una minoría de oficinas de farmacia españolas han provocado que algunos laboratorios hayan enviado comunicaciones a los mayoristas para evitar que suministren a las farmacias sospechosas de exportar, y que si lo hacen lo hagan a precio europeo. Es decir, que no se aplique el precio intervenido.

Esta polémica salpica a los mayoristas de la distribución, ya que tienen sobre la mesa la decisión de vender o no a las farmacias sospechosas.