La entrada en vigor del nuevo copago de medicamentos ha supuesto un perjuicio añadido para las oficinas de farmacia fronterizas al País Vasco, comunidad que no aplica a sus usuarios el sistema de aportaciones que fija el RDL 16/2012. El comienzo de julio, según ha comprobado EG, está siendo “desastroso” para dichas boticas puesto que “la mayoría de la gente opta por coger las recetas en el País Vasco porque sabe que no tienen que pagar aunque sean solo dos euros”, explicó Nuria Fernández, titular de una farmacia en la localidad burgalesa de Medina de Pomar, que en verano facturaba hasta un 50 por ciento de recetas procedentes del País Vasco.
Además de la caída en la facturación, el presidente de los farmacéuticos de Castilla y León, Jesús Aguilar, lamentó que los farmacéuticos de las regiones afectadas deban enfrentarse a situaciones “incómodas”, al tener que explicar a los pacientes vascos que fuera de su comunidad han de pagar más por sus medicamentos, aunque posteriormente su gobierno se ha comprometido a reembolsarles dicho importe. “Aunque saben que nosotros no tenemos la culpa, tienes que aguantar las quejas que ellos emiten contra el sistema”, corroboró Fernández, que manifestó la “impotencia” de un colectivo que se siente el primer perjudicado por esta medida.
Esta situación también se ha vivido en la farmacia de Mercedes Puente que, pese estar situada en un barrio de Burgos con escaso tránsito de turistas, ya ha registrado el caso de un paciente vasco al que le hacían falta los medicamentos y los ha pagado porque venía a pasar todo el verano. Por contra, explica, que otro renunció a retirar su medicación al saber que su comunidad no aplica las nuevas aportaciones. “Al que lo ha tenido que pagar no le hace ninguna gracia”, reconoció esta farmacéutica.
Sin amparo
Ante los efectos derivados de la “falta de equidad” en la aplicación del nuevo copago, los representantes de los farmacéuticos castellano-leoneses pidieron amparo al gobierno regional. Además, Aguilar manifestó su deseo de que, por su parte, el Ministerio de Sanidad se pronuncie al respecto, por entender que es el Gobierno central el competente para hacer cumplir las leyes. La misma postura adoptaron sus compañeros de La Rioja y Cantabria con sus respectivas administraciones. Sin embargo, ninguno de ellos ha recibido todavía respuesta.
En este sentido, la presidenta de los boticarios cántabros, Marta Fernández-Teijeiro, confía en que la situación se reconduzca, dado el “trastorno” que supone esta medida tanto para los propios usuarios, como para las boticas de comunidades receptoras de veraneantes procedentes del País Vasco. Así, por ejemplo, en Castro Urdiales, “se ha notado muchísimo, no solo en la recetas, sino también en la venta libre”, afirmó Manuel Mota, titular de una farmacia en este municipio cántabro.
Este farmacéutico calcula que la pérdida del tránsito de pacientes vascos afectará aproximadamente al 30 por ciento de la facturación total de estas boticas. “Los pacientes son educados pero manifiestan su incomodidad de no poderse mover libremente”, añadió.
Asimismo, el ‘descuelgue’ del País Vasco ante el nuevo copago también ha tenido sus efectos en las farmacias de La Rioja Alta, donde se han dejado de dispensar muchos medicamentos por este motivo, según sostuvo el presidente de los farmacéuticos riojanos, José Javier Vázquez. “Ahora es precisamente una temporada donde más recetas podía haber en La Rioja procedentes del País Vasco”, destacó.