i. gonzález Madrid | viernes, 03 de febrero de 2012 h |

Las medidas liberalizadoras del gobierno de Mario Monti han provocado que Italia viva sumida en las huelgas. Taxistas, abogados y transportistas son algunos de los colectivos que ya han protestado contra del decreto “Cresci Italia”. El pasado 1 de febrero era el turno de las farmacias italianas, sin embargo, finalmente la jornada de huelga convocada por la Federación Nacional Unitaria de Titulares de Farmacia (Federfarma) se suspendió tras evidenciarse algunas “señales de atención a sus demandas para hacer sostenible el impacto del decreto de liberalización del servicio farmacéutico”.

El sector estuvo abierto a la negociación hasta el último momento y, ese mismo día, Federfarma fue convocada por el ministro de Sanidad, Renato Balduzzi, para profundizar en la normativa. “Es posible que haya ajustes razonables que permitan mantener el objetivo que nos hemos marcado de dar apertura a un sector del que reconocemos su especificidad”, aseguró Balduzzi, tras este encuentro que los boticarios describieron como “colaborador”.

La mayor controversia radica en que las boticas italianas ven peligrar sus ingresos ante el aumento de su número, que conllevará la rebaja a 3.000 habitantes del ratio para abrir una farmacia. Aunque Federfarma cree que la norma mantiene el principio fundamental de una planificación farmacéutica en base al criterio demográfico, advierte de que peligra la sostenibilidad del servicio.

A este respecto, la presidenta de Federfarma, Annarosa Racca, explicó a EG que “un aumento del número de los puntos de venta no aportará un incremento del consumo de medicamentos”. En concreto, según sus cálculos, esta medida podría suponer la apertura de 6.000 nuevas boticas, que se sumarán a las 17.800 abiertas actualmente en Italia, lo que implica un aumento del 35 por ciento. “En la práctica, las farmacias perderán un tercio de su facturación y el sistema será difícilmente sostenible, con muchas farmacias que se verán obligadas a cerrar”, auguró.

Además, la presidenta de Federfarma destacó que las boticas ya suministran “a pérdida” los medicamentos reembolsables, dado que el gasto farmacéutico registra una continua caída desde hace ocho años. A ello habría que sumar que el pasado mes de diciembre se decidió ampliar el número de productos para el autocuidado que pueden venderse en parafarmacias y supermercados.

Boticas en sitios concurridos

Este último decreto plantea también la posibilidad de que puedan abrirse boticas en lugares con un alto flujo diario de personas. Así, aeropuertos, estaciones de tren y marítimas o áreas de servicio de autopistas podrían contar con una farmacia, siempre y cuando no haya abierta otra a una distancia inferior de 200 metros. En el caso de centros comerciales y grandes superficies comerciales, la distancia deberá ser de 1.500 metros.

“La fase actual de turbulencias ha abierto la puerta a un gobierno hiperliberalista que está demostrando no conocer nuestro sector, dado que aplica la ley de la oferta y la demanda a un campo como el medicamento”, sostuvo Racca, quien reconoció que la convocatoria de huelga fue una “decisión difícil”, dadas las molestias que podían ocasionarse a la población.

Por otra parte, este decreto plantea que “los turnos y los horarios de farmacia establecidos por las autoridades competentes en base a la normativa vigente no impiden la apertura de la farmacia en horarios diversos a los obligatorios”. En este mismo apartado, se reconoce la posibilidad de realizar descuentos sobre los precios de los productos pagados directamente por los clientes, siempre con “una adecuada información”.

Igualmente, la normativa italiana dota al farmacéutico de una mayor capacidad de sustitución, al favorecer la venta de medicamentos equivalentes a precio menor. Para ello, el médico deberá añadir en cada prescripción la leyenda “sustituible por su equivalente genérico” o “no sustituible”, en caso de que existan motivaciones clínicas contrarias.

En materia de concursos de oficinas de farmacia, el decreto prevé mecanismos para favorecer el acceso de los jóvenes farmacéuticos a la gestión de un nuevo establecimiento, así como de los farmacéuticos que hasta ahora no han sido titulares y de los boticarios rurales. Esta normativa reduce, asimismo, de dos años a seis meses el periodo que se concede a los herederos del farmacéutico titular para vender la farmacia. De este modo, se pretende reducir el tiempo que esta permanece en manos de personas sin los requisitos profesionales necesarios.

Los vecinos se solidarizan

De aprobarse este conjunto de medidas sin modificaciones la presidenta de Federfarma considera que no habría en Europa un ejemplo “comparable” al de Italia, aunque no pone la mano en el fuego acerca de que esta corriente liberalizadora se extienda a otros países. “No creo que Italia sea un ejemplo a seguir, en cuanto a que nos encontramos en un momento histórico en el que la política está gestionada por un gobierno tecnócrata que no han elegido los ciudadanos”, concluyó.

Una opinión que comparten los boticarios valencianos. De hecho, el secretario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, Juan Salmerón, trasladó personalmente al presidente de la Orden de Farmacéuticos Italianos (OFI), Andrea Mandelli, la solidaridad del colectivo valenciano respecto a la situación de la farmacia italiana. En este encuentro, el COF de Valencia compartió un informe que recoge un mapa de la ubicación de todas las farmacias en la Unión Europea. “Demuestra que los modelos desregulados ofrecen menos cobertura sanitaria”, afirman desde esta institución colegial, que denuncia que “los grandes lobbies de presión del neoliberalismo atacan por otra vía con la excusa de la crisis económica”.

El ministro de Sanidad italiano recibió a los farmacéuticos para debatir sobre el decreto ‘Cresci Italia’

Federfarma reprocha al Ejecutivo italiano que aplique la ley de la oferta y la demanda al campo del medicamento

La Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales (Sefar) centró su atención en el punto del decreto italiano que plantea crear un “fondo de solidaridad nacional” financiado por las farmacias urbanas para la asistencia farmacéutica en los municipios de menos de mil habitantes. El presidente de los boticarios rurales españoles, Francisco Javier Guerrero, considera que este sistema “se asemeja mucho a la propuesta del ‘céntimo solidario’ para el sostenimiento del modelo español de farmacia” que, en su día, planteó Sefar.

En este sentido, Guerrero valora que el Ejecutivo italiano haya complementado las iniciativas liberales con “medidas de estímulo y apoyo a las oficinas de farmacia con menos poder económico y ubicadas en zonas rurales”. Por el contrario, critica que en España no se haya dado todavía el “paso imprescindible” de desvincular los ingresos de las boticas del margen profesional y vincularlos al acto profesional.

“Quizás el miedo radique en que supondría una reforma estructural de calado, que forzosamente llevaría a una redistribución del presupuesto que se destina a oficinas de farmacia”, afirma el presidente de Sefar, que tomó las palabras del que fuera secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, al hablar de “repartir mejor la tarta”. A su juicio, la profesión debería liderar esta transición porque “la situación no puede sostenerse más y cada vez más compañeros verán en medidas como esta su tabla de salvación”.