Muchos y buenos profesionales senior del sector farmacéutico tienen dificultades para encontrar trabajo por el desajuste de edad. Un talento que, con demasiada frecuencia, se desaprovecha, según la consultora Hays, multinacional británica de selección de profesionales cualificados. “Se está produciendo una descapitalización del talento en muchas organizaciones por no apostar de forma decidida en aprovechar la experiencia de los profesionales más senior”, afirma Sergio Hinchado, director del área sanitaria de Hays España. En este sentido, Hinchado asegura que han salido muchos profesionales que están en lo mejor de su carrera y que pueden aportar al negocio mucho más que un candidato más joven”.
En la misma línea, Barrie Jackson, director general de la consultora Nexus, observa luces y sombras en el momento actual en relación a la contratación de profesionales seniors. “La oferta que hay en el mercado en este momento no es la adecuada. Los jóvenes, además, suelen presentar menos problemas de movilidad geográfica, algo que es más difícil de encontrar en profesionales seniors. Sin embargo, hay una tendencia esperanzadora que estamos viendo en nuestros clientes: el momento actual necesita de la experiencia de estos profesionales”, explicó.
Una de las consecuencias que puede acarrear, al menos a corto plazo, la pérdida de la experiencia que aportan estos profesionales, es una pérdida de competitividad. “Además de la competitividad hay otro factor que es el compromiso. En este caso, creo que un senior aporta más que un joven, por naturaleza”, explicó Jackson. En este sentido, Hinchado recalca que las compañías deben contratar “personas que sepan hacer el trabajo hoy y mañana, por lo que la experiencia es vital”.
Las causas de esta ausencia de contratación de personas con más de 45 años se sujetan bajo dos premisas que, según la consultora, no siempre corresponden con la realidad. Por un lado, a los profesionales seniors se les presupone una menor movilidad geográfica, algo indispensable dentro de multinacionales en un mercado global. Por otro lado, están las pretensiones económicas, que se suponen superiores en el profesional senior. Sobre este particular, Jackson destaca que el profesional experimentado aporta mucho más valor a la empresa que requisitos pide. “Un senior lo que quiere hacer en la empresa es aportar su experiencia y su sabiduría y aplicarlas para el beneficio de la empresa. De igual forma, se trata de una persona de una experiencia que ha pasado por varios cambios radicales en el mercado y estará más tranquilo en la toma de decisiones”, dijo.
Según Hays, el ahorro que puede suponer la contratación de gente más joven no justifica el no aprovechar este talento. “Actualmente, hay muchos profesionales seniors que están en búsqueda activa de trabajo, tienen un potencial y valor intelectual increíble, además de experiencia y capacidad de gestión, y están a disposición de las compañías para mejorar su actividad”, señala Hinchado.
Además, el director de área Sanitaria de la consultora británica señala que la crisis y, en consecuencia, la reestructuración de las empresas ha afectado a juniors y seniors, pero a los primeros les resulta más fácil volver a encontrar trabajo. “Se trata de un problema cultural, porque hay posiciones en las que se puede rendir al cien por ciento hasta la edad de jubilación. Esta situación es impensable en Reino Unido. Allí las empresas ponen el foco en la experiencia y capacidades, no en la edad. Y si las empresas españolas quieren mejorar, deben cambiar de mentalidad”, explica Hinchado, que coincide con las tesis planteadas por Jakson en este sentido.