| sábado, 22 de mayo de 2010 h |

José María López Alemany

Tras diez días de especulación acerca del modo en el que el Ejecutivo llevaría a cabo la reducción del gasto en medicamentos anunciada por José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado jueves hubo ‘fumata blanca’. A falta de leer la letra pequeña del real decreto ley, que se publicó tras el cierre de esta edición, y que seguro traerá alguna sorpresa, la medida más importante es la reducción, en forma de descuentos, del 7,5 por ciento del precio de los medicamentos que están fuera de los precios de referencia. Un descuento que fue pedido por Farmaindustria para evitar que las decisiones nacionales pudieran influir en otros países y que reduce, algo, el tremendo impacto que tendrá sobre la industria. En principio, este cambio poco afecta a la farmacia, que será la otra damnificada.

No obstante, este cambio perjudicará a los lanzamientos, que tendrán que asumir el descuento establecido, aunque se comercialicen tras la aprobación del RDL. En resumen, este nuevo recorte tendrá consecuencias económicas, de empleo y, especialmente, de futuro por su efecto sobre la I+D+i.