| viernes, 06 de julio de 2012 h |

En los últimos años y, especialmente en los últimos meses, estamos asistiendo a un uso demasiado extendido de la web como si fuera un anexo del BOE. Desde que hace ya unos años el Ministerio de Sanidad decidió eliminar del BOE el listado de precios menores que se publicaba junto con cada orden de precios de referencia como anexo 6 y pasar a publicarlo en su web (ahora www.msssi.es) el uso de este medio para publicar textos de carácter normativo se ha disparado.

Hemos visto cómo un powerpoint cambiaba el texto del RDL 16/2012 y cómo, mediante otro gráfico se establecían plazos de convivencia y de actualización de precios más bajos y precios menores. Precisamente, esta última tabla de plazos de actualización causó la semana pasada un caos tremendo en muchas oficinas de farmacia que veían cómo los sistemas de dispensación rechazaban productos, en teoría, en precio menor. Igualmente, las compañías a las que pertenecen los 559 productos que se han visto excluidos asistieron con asombro a la publicación del nomenclátor de julio.

La transparencia, la claridad y la información completa es algo clave en toda actividad. Si el ministerio quiere ayudar en la gestión de la prestación farmacéutica, especialmente tras el acelerón de plazos que ha decretado, debe trabajar en incrementar la información y la seguridad jurídica. ¿Qué le habría costado a Sanidad decir que el M4 de su powerpoint correspondía a julio? Nada. Del mismo modo, ¿qué le cuesta a Sanidad publicar los listados de bajadas mensuales en un formato manejable por el sector? Creo que lo mínimo que debe procurar Sanidad es que su información no cause confusión. Y eso no ocurre, más bien lo contrario.

@JoseMLAlemany en Twitter