| viernes, 30 de enero de 2009 h |

José María López Alemany

Hace algún tiempo un alto ejecutivo de una compañía farmacéutica me aseguraba, lo cual es fácilmente comprobable, que el precio de los medicamentos en España desde su aprobación hasta pasados diez años de comercialización se reducía en términos constantes un 50 por ciento.

Es cierto. Yo no conozco ningún caso en el que se haya revisado el precio de un medicamento al alza, no ya por las variaciones del IPC, que debería ser algo incuestionable aunque se estableciera algún factor corrector sino porque demuestre una mayor eficiencia de la que en principio se estimaba, tal y como planean poner en marcha en el nuevo PPRS del Reino Unido, por ejemplo.

Muy al contrario, la congelación de los precios de los medicamentos, sumada a las rebajas realizadas hace unos años del 2 y 4,2 por ciento, según lo dispuesto en el Real Decreto 2402/2004, no hacen más que reducir de manera muy importante y continua el precio real de los medicamentos.

En estas semanas, además, numerosas compañías están recibiendo cartas procedentes del Ministerio de Sanidad en las que se les ‘informa’ de la apertura de un expediente para reducir el precio de algunos de sus medicamentos. La misiva indica que la revisión será coyuntural y que pasado un año se podría reconsiderar la decisión.

La última decisión coyuntural fue la asociada al RD 2402/2004 pero, por supuesto, que no se ha revertido. Al igual que si sube la libra, nadie debe esperar que se vuelva a actualizar el precio de su medicamento o que en épocas de bonanza, ocurra algo similar.