José María López Alemany
Tras una semana de infarto por fin hubo fumata blanca en el Consejo de Ministros y, precipitadamente, hemos tenido constancia de lo que cambiará en el sector farmacéutico de nuestro país a corto plazo. Como premisa de inicio me gustaría remarcar lo que exponemos en el editorial principal que acompañamos a este número especial de EG: a pesar de la necesidad de que todo el país se apriete el cinturón y el sector farmacéutico no puede ser una excepción, no creo que éste deba ser la prioridad número uno del Gobierno en el plan de recortes ofrecido a Bruselas. Por ello, considero que ha habido precipitación y, como consecuencia, poco o ningún diálogo con el sector.
Pero entrando en la valoración de lo que será una nueva era en el mundo farmacéutico creo que, globalmente, poco se ha avanzado en la sostenibilidad. Y menos en el alivio de las cuentas de las comunidades autónomas para los próximos meses. Unas cuentas que, según nuestros cálculos, no podrán respirar más de 12 días durante 2010 por la aplicación de las medidas esperadas para este año. Es decir, se va a hacer pasar un sufrimiento gratuito a multitud de compañías de genéricos, a un número no despreciable de compañías innovadoras así como a la farmacia por dar una limosna a los consejeros de Economía de las autonomías.
Para 2011 la situación cambiará, aunque tampoco será visto como suficiente por las comunidades autónomas que verán imposible afrontar la factura farmacéutica en un entorno económico para el que no se prevén demasiadas mejoras, con un arrastre histórico de déficit presupuestario y con la demanda, aún, disparada.
Con este escenario, no puedo ser optimista ni pensar que el sector farmacéutico estará libre de nuevas medidas en los próximos meses. Unas medidas que sí que serán desastrosas con un sector debilitado por el RDL actual.
Por ese motivo, no creo que lo aprobado hoy sea una catástrofe en líneas generales pero sí que un segundo golpe, a todas luces imparable, a la industria o la farmacia podrían hacernos entrar en una era de oscuridad en el ámbito del sector farmacéutico.