| viernes, 31 de agosto de 2012 h |

Con los problemas tan graves que tiene la sanidad española resulta deprimente ver cómo el Ministerio de Sanidad y la Consejería de Sanidad del País Vasco se enzarzan en una guerra de cifras totalmente absurda sobre el impacto del copago en la factura de julio.

El principal efecto que busca el copago es la disuasión en el abuso de la prestación farmacéutica. Eso es algo que no se ve en un único mes y menos en el primero de aplicación. Y mucho menos aún si no se tiene en cuenta el mes previo.

El pasado mes de junio fue el primero tras una serie de 24 en el que el gasto en medicamentos subió. El número de recetas lo hizo en todas las comunidades autónomas excepto en el País Vasco. La decisión del Ejecutivo de Patxi López, pensando en el 21 de octubre, no forzó ni a los pacientes a hacer acopio de medicamentos ni a los farmacéuticos a cerrar la facturación el 30 de junio. Precisamente los factores que dieron lugar a que el número de recetas subiera un 10 por ciento.

En la factura de julio, mientras que en el País Vasco no ha habido comportamientos extraños, en el resto de CC.AA. ha bajado espectacularmente el número de recetas. Un efecto que, lógicamente, no es achacable por entero al copago.

Aún así, absurdamente el Ministerio de Sanidad se ha empeñado en plantear el éxito del copago con los resultados de un único mes y poniendo el foco en la comparación con los datos del País Vasco. Por su parte, esta autonomía ha dicho que consigue los mismos ahorros sin aplicar el copago. Guerra política absurda y que nos trata como tontos. Pero lo que menos entiendo es que nos enteremos de que una u otra institución ha manipulado los datos hechos públicos. Intolerable.

@JoseMLAlemany en Twitter