a.c. Madrid | viernes, 13 de diciembre de 2013 h |

Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, este 2013 puede recordarse como el del boom de la cultura de los nuevos servicios profesionales en boticas. Doce meses en los que se ha consolidado la aceptación de las administraciones por aumentar el rol asistencial de las boticas, surgiendo a su vez propuestas concretas de catálogos de servicios. De forma paralela, este 2013 también ha supuesto un boom en el desarrollo de dispositivos electrónicos para tal fin. La tecnología al servicio de los servicios, valga la redundancia.

Un ejemplo de ello es el uso de la telemonitorización en la atención farmacéutica domiciliaria, uno de los servicios que más interés despierta en la profesión. Esta tecnología, que se planteaba como futurible a comienzos de año, acaba el mismo siendo ya una realidad en diversas boticas nacionales. Se trata de una herramienta que permite un control integral del paciente dependiente por la botica “en campos como la adherencia a la medicación hasta mediciones de tensión arterial, anticoagulante, glucosa en sangre, peso temperatura, etc.”, indica Josep Arasa, especialista en Farmacia Industrial y Galénica y director de Sistemas de Dosificación de Medicamentos, compañía que comercializa junto a Tunstall dispositivos basados en esta tecnología. Diversos estudios indican que su uso reduce un 25 por ciento de los ingresos hospitalarios y un 19 por ciento las visitas al médico.

Respecto a su aplicación en servicios como el control de la tensión, cuando el paciente se mide sus parámetros, los resultados son enviados directamente a la botica por teléfono móvil (a través de una aplicación creada para tal fin) o por vía bluetooth. Arasa estima en un coste de “0,50 euros al día” este seguimiento ‘a distancia’.

Respecto a la adherencia a los tratamientos, uno de los dispositivos electrónicos comercializados (Mymedic) permite al farmacéutico que establezca en él la pauta de medicación. Ya en su domicilio, el paciente recibirá avisos de este dispositivo siempre que tenga que tomar una nueva dosis. Para cada acto de toma, en la intranet de la farmacia se refleja si el paciente la ha tomado o no para, en función de ello, actuar en consecuencia.