Peña pide redistribuir el impacto del RD 5/2000 entre el resto de agentes del sector

La distribución afrontará nuevos retos por las necesidades de industria y farmacia

| 2010-09-10T16:51:00+02:00 h |

C. A.

Santander

Si hay algo en lo que coinciden los tres agentes principales del sector farmacéutico es en que la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y la de los agentes del sector van muy unidas para asegurar una asistencia de calidad. Como “un sistema de vasos comunicantes”, tal y como lo definió Federico Plaza, director de Asuntos Corporativos de AstraZeneca, en el que si el SNS no es sostenible, el sector tampoco lo puede ser y, por otro lado, si el sector deja de tener viabilidad, “el sistema no podrá desempeñar su papel asistencial”. En este sentido, Plaza aportó la visión de la industria farmacéutica en la mesa, “El medicamento un bien necesario: su sostenibilidad”.

Una visión en la que coincidieron tanto Carmen Peña, presidenta del CGCOF, como Juan Ignacio Güenechea, vicepresidente de Cofares. Así, Peña, aseguró que era el momento de que todo el sector “vaya de la mano para lograr la supervivencia del Sistema y de los propios agentes”. Una colaboración que Plaza enmarcó en la necesidad de un plan sectorial que, además de “promover sinergias entre los agentes de la cadena del medicamento”, debería contemplar unas “reglas del juego claras” con indicadores de seguimiento y un pacto de lealtad entre las partes que permita definir acciones concretas para situaciones de crisis como la que se sufre en la actualidad.

No fue la única coincidencia. Todos ellos se mostraron a favor de establecer criterios de gestión eficientes, que permitan la medición de los procesos en términos de calidad y eficacia. En este ámbito, Peña animó a realizar un análisis de la eficiencia del gasto en fármacos y separarlo en función de su lugar de dispensación para demostrar, de este modo, que la dispensación en las farmacias comunitarias “es eficiente y ahorra recursos al sistema”.

La eficiencia del sistema centró también la presentación de Plaza, que aseguró que uno de los problemas de nuestro país es la frecuentación. Más de nueve consultas al año por paciente frente a las tres que tienen, por ejemplo, en Portugal. A esto se sumaría la estructura del sistema que, según el representante de la industria está diseñado para atender a agudos y no a crónicos, por lo que hizo un llamamiento a su “reconversión” para ganar en eficiencia.

Modificación del 5/2000

Pero no todo fueron discursos de grandes líneas y políticas generales. Tanto Peña como Güenechea bajaron al terreno de concreto y pusieron sobre la mesa los males que acechan a sus ámbitos. De este modo, Peña puso de manifiesto que un tercio de las farmacias españolas, que facturan menos de 21.000 euros al mes y dan servicio a más de nueve millones de pacientes, corren un grave peligro de supervivencia.

En este sentido, llamó a modificar las aportaciones procedentes del RDL 5/2000, a través del que la farmacia ha aportado al sistema más de 4.520 millones de euros en diez años, para distribuir su impacto entre todos los agentes del sector, al igual que se ha hecho con los descuentos del RDL 8/2010. Según Peña, la farmacia puede “morir de éxito, al soportar el 76 por ciento del total de aportaciones” que realizan los agentes.

Además, explicó que todo el desarrollo profesional y de servicios que el farmacéutico ha sido financiado por el margen del medicamento, “pero éste ha llegado a su límite”. Por ello, animó a buscar “fórmulas de remuneración” de los nuevos servicios que deba prestar la farmacia. Unos recursos que deberían salir, según la presidenta del CGCOF, de las aportaciones procedentes de los recortes realizados, de manera que “reviertan en el medicamento como financiación finalista”.

Asimismo, Peña reafirmó su deseo de que el farmacéutico pueda aportar mucho más como “gestor del gasto” y animó a explicar a los responsables públicos de economía tanto en la Administración central como en las autonomías, todos los servicios que prestan las oficinas de farmacia.

Los retos de la distribución

Por su parte, Güenechea hizo una presentación en la que explicó las dudas de algunos agentes del sector y la Administración sobre el papel de la distribución, así como las necesidades y expectativas que tienen el resto de agentes de la cadena. Este entorno hace que el papel de la distribución farmacéutica se tenga que redefinir para mantenerse como el eslabón central de la prestación.

Por todo ello, el vicepresidente de Cofares explicó que es imprescindible el diálogo con los agentes, dar respuesta a las nuevas necesidades del sector, lograr mayores eficiencias, diversificar los servicios y afrontar un debate sobre el modelo retributivo como el realizado en muchos países europeos.