| viernes, 26 de septiembre de 2014 h |

Las cosas están cambiando en Europa, pero la dirección que tomen dichos cambios en materia de salud, está aún por clarificarse. Ante la nueva Comisión presidida por Juncker, las reacciones e intereses de amplios grupos y países muestran la complejidad del problema de la salud en Europa: cada país la tiene asignada y libre de injerencias pero comienza a cobrar fuerza un clamor a favor de coordinarse más entre los estados miembro. Y ahí comienza el problema.

Que la información es poder se ha puesto de manifiesto en estas últimas semanas con la iniciativa del Consejo de Ministros de la EU de compartir información relevante de precios de medicamentos. La idea de que la sostenibilidad de los sistemas sanitarios depende de que la industria innovadora proporcione precios razonables ha calado en la Eurocámara, que lo ha debatido en profundidad. No han faltado intervenciones razonables, hablando de la necesidad de llegar a acuerdos con la industria innovadora, o de asignar fondos o subvenciones para los medicamentos innovadores, como hace reino Unido con el Cancer Funds y otros. Pero también asistimos a ideas más peregrinas, como la que lanzó la representante de UPyD Beatriz Becerra, de acudir a los acuerdos de Doha y emitir una licencia obligatoria por motivos de salud pública para fabricar el genérico de ese medicamento innovador. Curiosa forma de premiar la innovación.

Desde el asiento de la eurodiputada de UPyD se lanzó otra propuesta comparativa: de la misma forma que se actuó con las compañías de móviles que abusaban de las tarifas entre estados y el roaming… ¿Por qué no hacerlo con los medicamentos? Mezclar las llamadas de móviles con esto me parece exótico, sin duda. Y es que Europa no se quiere unir para impulsar una mejor salud (que debería hacerlo) sino para ver cómo rebaja o consigue frenar la escalada de precios con la innovación. Hasta el NICE ha afirmado que la industria debe reconocer su papel a la hora de fijar un precio justo. Pero lo hace desde un país que es pionero en iniciativas a favor de la innovación.

Y con todo este debate, el anuncio de traspasar la European Medicines Agency de la actual SANCO a Industria, ha levantado las espadas de unos y otros. A un lado organizaciones de ámbito europeo incluyendo ONGs de salud, farmacéuticos y médicos, entre otros, y a otro lado los que piensan que las políticas de salud y ciencia deben ir más de la mano. Si la economía y el empleo ganan la partida, Juncker tendrá la EMA en Industria.

Entra en la página de Santiago de Quiroga en ElGlobal.net

También puedes seguir a Santiago de Quiroga en twitter: @SantideQuiroga

Una mayor información sobre precios y reembolsos de medicamentos innovadores da paso a una nueva era de cooperación entre estados miembro de la UE.

En un hecho sin precedentes, la aprobación de Sovaldi para la Hepatitis C se anuncia tras un consejo Interterritorial de salud.

Las CC.AA. decidirán a qué pacientes administran sofosbuvir. La consejera andaluza se queja de no conocer la negociación de precio y condiciones.

¿Está la distribución española trabajando casi sin margen en España? ¿Nos podemos permitir el colapso de la distribución?

El FLA sigue dando aire a los pulmones de la Farmacia. ¿Hasta cuándo?

BioSpain se convierte en un nuevo éxito de Regina Revilla al frente de Asebio.