Si algo ha dejado patente el último balance anual del gasto farmacéutico es que los seis últimos meses de 2012 no se parecen en nada a la evolución histórica de esta factura. La reforma farmacéutica de la ministra Ana Mato parece haber logrado el ansiado cambio estructural de las variables de que componen el gasto. Que sea exclusivamente achacable o no al Real Decreto-ley 16/2012 sigue siendo objeto de especulaciones, pero está claro que el nuevo patrón viene marcado por la corrección del número de recetas dispensadas, el freno a la caída en picado del gasto medio y el aumento del mercado privado.
El comportamiento comparado de las comunidades en los dos semestres de 2012 refleja esta nueva realidad del gasto: a partir de junio, el número de recetas dejó de subir para empezar a bajar, mientras que el gasto medio dejó de bajar para empezar a repuntar. Esta fotografía es clara en Cataluña. Si se compara su evolución en los dos semestres, su gasto medio ha crecido un 1,39 por ciento.
La explicación puede que se encuentre en el euro por receta: los usuarios pueden haber encontrado más práctico comprar cajas con mayor número de dosis antes que ir dos veces a la farmacia, pagando dos euros. De ser cierto, este efecto disuasorio de la tasa también explicaría por qué Cataluña, que ha empezado a crecer en gasto medio, es la comunidad autónoma que más ha reducido su número de recetas en la comparativa de ambos semestres.
Si bien la tasa es válida para explicar la tendencia de su gasto, no explica el comportamiento del resto de comunidades. Y la tendencia del gasto medio a subir (en País Vasco, además de Cataluña) o bajar muy por debajo del número de recetas ha sido común a todas ellas. Buena parte de ello puede deberse a que, estando ya en valores de 1999, las medidas que inciden sobre el precio quizá tengan poco o nulo recorrido.
Hay que explorar otras posibilidades. Si lo que buscan el euro por receta o el copago es un consumo responsable, quizá haya que buscar aquí otros causantes en el comportamiento medio. Los datos que la consultora IMS lanzaba a finales de 2012 confirmaban que desde octubre se viene observando un crecimiento en el mercado privado, impulsado incluso previamente a la desfinanciación y de manera sostenida en el tiempo.
Además de ello, es bastante posible que otra consecuencia de estas medidas de uso racional esté llevando a parte de los ciudadanos a renunciar a comprar medicamentos baratos. Los datos de IMS que apoyan esta teoría indican también que en los fármacos caros no ha caído la demanda, lo que valida al menos uno de los objetivos de la reforma farmacéutica de Mato: reducir el consumo de medicamentos que se dispensan pero no se utilizan.
El País Vasco y Galicia
El detalle autonómico en la comparativa del gasto ofrece otras conclusiones interesantes. Además de Cataluña, el País Vasco ha sido la otra comunidad que en el segundo semestre se saltó la ‘disciplina’ del copago por renta. Y lo ha pagado con datos. Aunque sus datos del gasto y de número de recetas están en cifras negativas, las dos están muy lejos de la media de todas las comunidades. Once puntos separan la comparativa semestral del País Vasco en número de recetas (-8,58 por ciento) con la media nacional (-19,84 por ciento). En términos del gasto, la diferencia llega a los 15 puntos porcentuales: -6,36 por ciento para el País Vasco frente al -21,55 por ciento de la media nacional.
Estas mismas diferencias se disparan si lo único que se tiene en cuenta es el mes de diciembre. El ministerio destaca de manera especial los descensos en Galicia, con una bajada del 53,50 por ciento en su gasto farmacéutico (la media nacional bajó un 19,78 por ciento) y del 51,55 por ciento en su número de recetas (frente al 18,57 por ciento de media nacional). En este caso, la comparativa con el País Vasco, que también registró los menores descensos, arroja diferencias de 41,68 puntos porcentuales en el número de recetas, y de 49,14 en el gasto.
La explicación en este caso puede que no tenga nada que ver con el impacto del Real Decreto-ley 16/2012, sino con algún tipo de maquillaje de las cuentas. Las cuentas, según publica se denuncian farmacéuticos gallegos no salen en los colegios de farmacéuticos, cuyos datos no corresponden a los que aparecen en las estadísticas oficiales. Cabe destacar que en los datos de noviembre, Galicia registró el mismo comportamiento inusual: bajo su número de recetas un 37,12 por ciento y un 38,35 por ciento su gasto farmacéutico, muy por encima de las medias nacional, situada en el 13,60 y el 15,18, respectivamente.
De confirmarse el ‘maquillaje’ de los datos gallegos, sería otra de las características del nuevo gasto farmacéutico. Estos datos, que hasta ahora han sido un ‘terreno sacrosanto’ en cuando a objetividad y transparencia, protagonizaron en los últimos seis meses del año 2012 una lucha partidista entre el Ministerio de Sanidad y el País Vasco gobernado por el PSOE con el copago farmacéutico por renta como telón de fondo.