La mejora de la seguridad y la asistencia en trasplantes es otro de los objetivos
| 2009-07-19T17:20:00+02:00 h |

D. M.

Bruselas

La presidencia sueca de la Unión Europea va a plantear al resto de Estados miembro la necesidad de incentivar a las compañías farmacéuticas para el desarrollo de nuevos antibacterianos que suplan las deficiencias que, a causa de las resistencias y la baja innovación en este ámbito, se producen. Entre las medidas que proponen está el realizar cambios en los mecanismos regulatorios de aprobación de estos medicamentos, utilizar instrumentos financieros innovadores, así como otras iniciativas que puedan servir de acicate a las compañías para el desarrollo de estos fármacos. Así lo explicó Frederik Moen, de la Representación Permanente (Reper) de Suecia ante la UE, en una reunión organizada por la European Public Health Alliance (Epha) la semana pasada en Bruselas.

Entre las iniciativas que se podrían poner en marcha destacan, además de los cambios regulatorios, el establecimiento de un precio único europeo para los casos que así se considere o incluso compensar económicamente el desarrollo de un antibacteriano que quede reservado para casos de necesidad. Todas estas propuestas se analizarán en una conferencia de expertos que tendrá lugar en Estocolmo el próximo 17 de septiembre.

Pero ésta no es la única iniciativa novedosa que en el ámbito sanitario plantea la presidencia de turno, que precederá a la española, ya que entre sus objetivos se encuentra mejorar la seguridad y la asistencia sanitaria en el ámbito de donaciones y trasplantes de órganos, en un trabajo que podría culminar durante la presidencia española, líder mundial en este ámbito.

Derechos del paciente

Además, durante el semestre de presidencia sueca se quiere dar un impulso definitivo a las negociaciones sobre la Directiva de Sanidad Transfronteriza, que tiene en contra entre otros a España, como un instrumento de universalización de los derechos de los pacientes en materia sanitaria a nivel europeo.

Por otro lado, el envejecimiento de la población europea supone un desafío para la UE, por lo que la presidencia sueca pretende incorporar el incremento de la calidad de vida y la dignidad de los ancianos en Europa como uno de los objetivos a largo plazo de la agenda europea.