n Durão Barroso deja en manos de Salud parte del futuro de la industria farmacéutica
n La Efpia pide que se mantenga el balance del doble papel que ejecuta el sector
carlos b. rodríguez
Madrid
Mucho antes de haber sido ratificado en su puesto y comenzar su trabajo en Bruselas, el nombramiento de John Dalli, actual ministro de Política Social del Gobierno de Malta, como comisario europeo de Salud en el nuevo equipo del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha agitado el sector farmacéutico comunitario. La petición de transferir la política farmacéutica europea de Industria a Salud (Sanco) no es nueva. Se remonta, de hecho, a principios de año. Y no hace mucho (ver EG núm. 452), el director general de Farmacia español, Alfonso Jiménez, consideraba escasas las posibilidades de cambio. Pese a todo, DurãoBarroso la ha aceptado en todos sus términos.
La decisión de dejar al nuevo jefe de Salud la capacidad de regular a las farmacéuticas se reflejará a nivel de Dirección General, con la creación de una Unidad para Medicamentos, Cosméticos y Productos Sanitarios. Consecuentemente, la Agencia Europea del Medicamento, EMEA, entrará también a formar parte de Sanco.
El cambio fue bien recibido por el lobby de asociaciones y ONG vinculadas con la salud que más trabajaron para lograrlo. “Con estas nuevas responsabilidades, el comisario está mejor equipado para liderar una aproximación consistente y coherente con las políticas de salud pública y más específicamente para asegurar la protección de los pacientes y la seguridad de los medicamentos en la UE”, manifestó Monika Kosinska, secretaria general de la Alianza Europea por la Salud Pública (EPHA), una de las plataformas que abogó por este cambio.
Su postura contrasta con la de la industria farmacéutica, en una decisión que puede interpretarse como el tercer golpe consecutivo que recibe en pocos meses de la Comisión de Durão Barroso. El sector también ha perdido la batalla del reenvasado frente a los exportadores en la lucha contra las falsificaciones, un punto que Farmaindustria no da aún por perdido, y sigue abierto el frente en materia de genéricos en la Dirección General de Competencia.
“El hecho de que los productos farmacéuticos pasen a Sanco va a dar lugar a que no se tenga en cuenta el matiz empresarial de la política industrial, aunque los asuntos relativos a la competitividad seguirán en la dirección general de Empresa”, señaló Icíar Sanz, directora de Asuntos Internacionales de Farmaindustria.
La Efpia, por su parte, ha pedido al futuro comisario que “mantenga el balance” entre el papel doble que la industria farmacéutica cumple como garante de las necesidades sanitarias de los pacientes europeos y por su contribución al bienestar económico comunitario a través de la generación de empleo y la inversión en I+D.
Una supercartera
No es el único cambio importante que recibe la cartera de Dalli. Además de heredar todas las aprobaciones de las directivas pendientes —investigación con animales y movilidad— y del paquete farmacéutico, su responsabilidad supondrá tomar también el control de las responsabilidades en Biotecnología que actualmente lleva a cabo la Dirección General de Medio Ambiente.
Asimismo, se ocupará del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, la Agencia europea para la salud y política de los consumidores y la autoridad europea de seguridad alimentaria.