Llevamos una docena de años en los que se han aplicado sucesivamente numerosas medidas de control del gasto en medicamentos. A cada una de esas medidas el sector ha alertado amargamente que era el final de su viabilidad y que ya no podía más. Es cierto. Lo ha hecho tantas veces que ahora, al igual que en la fábula de Esopo del pastor y el lobo, corre el riesgo de que nadie crea que realmente, ahora sí, el lobo ha llegado. Pero ha sucedido. El lobo de la ruina del sector, a causa de las medidas del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está aquí. No hace falta escuchar lo que dicen directamente las compañías, las distribuidoras o las farmacias. Con echar un vistazo a los anuncios de EREs y despidos, la situación que vive la farmacia, los cierres y deslocalizaciones o, simplemente a las cuentas depositadas en la CNMV de las compañías cotizadas en España se ve claramente que el lobo de la liquidación del sector ya está aquí. Por supuesto que no es que sea algo que afecte a todas las compañías, todas las distribuidoras ni todas las farmacias por igual. Ni siquiera afecta a todas ellas. Pero sí, lamentablemente, a la gran mayoría. Y en este punto, más allá de las rebajas de precios, que condicionan la viabilidad a medio plazo de los agentes del sector, lo que puede acabar con todos ellos de un plumazo es la deuda tanto en farmacia como a nivel hospitalario que las autonomías tienen con farmacias y compañías. El lobo está aquí y lo ha traído la misma entidad que tiene en sus manos la posibilidad de defender a las ovejas de sus fauces. Ahora la Administración, como bien han dicho desde Farmaindustria, tiene que plantearse el rol que quiere que juegue este sector. Hay que elegir entre una industria innovadora y al servicio del ciudadano que aporte mucho más que el medicamento así como una farmacia que ofrezca mucho más que una venta o simplemente unos vendedores de medicamentos. La pelota está en el tejado de los ministros del nuevo Gobierno, aunque ellos no la hayan colado ahí. Ahora es su responsabilidad. viernes, 16 de diciembre de 2011 h