El manejo y dirección de los pacientes en el ámbito del autocuidado es una de las tareas más importantes que tiene que desarrollar el farmacéutico en su faceta más sanitaria. Los medicamentos incluidos en esta denominación son, histórica y legalmente, los que los boticarios pueden manejar con independencia. Además, desde el punto de vista empresarial y comercial, se trata de un ámbito que tiene que ser potenciado dentro de la farmacia con el objetivo de reducir la dependencia económica actual sobre las recetas del SNS. En este entorno, resulta llamativo que en la organización de Infarma se haya prescindido de todo lo que tenía que ver con el autocuidado, muy al contrario de lo que sucedía con la feria a la que sustituía: Cofmanefp. Un congreso y una feria que resultaban mucho más diversos en estos aspectos, aunque su tamaño fuera mucho menor. Este es el motivo por el que se echarán en falta a numerosas compañías que, históricamente, han estado presentes en las ferias farmacéuticas. En este sentido, hace unos meses, un estudio de Antares Consulting estimó que las oficinas de farmacia deberían intentar aumentar sus ventas en productos de venta libre hasta alcanzar un mínimo del 40 por ciento para reducir los efectos de los impagos y retrasos así como para asegurar la viabilidad futura de las propias boticas. Por este motivo, y porque una feria de tanta relevancia como está tomando Infarma no puede omitir un ámbito tan importante de la actividad farmacéutica, Infarma debería considerar de cara a nuevas ocasiones la necesidad de incluir en el programa científico de la feria al ámbito del autocuidado. Solo así, podría hacer redondo el éxito que supone haber incrementado la superficie de expositores, tener un número muy elevado de confirmaciones de asistencia, un programa científico ciertamente amplio y, por todo ello, un mayor resultado económico para los colegiados. Un éxito mucho más destacable al afrontar un cambio de denominación y de ubicación de la feria. viernes, 03 de febrero de 2012 h