| viernes, 15 de junio de 2012 h |

Las dificultades económicas por las que atraviesa España afectan la viabilidad de muchos sectores empresariales. Por ello, las necesidades de reinventarse y buscar nuevas fórmulas se tornan fundamentales. Las oficinas de farmacias, que no han quedado ajenas a la situación económica, deben buscar oxígeno entre la espada y la pared que se dibuja en su horizonte más próximo. Los cambios para mejorar la rentabilidad de las boticas, así como la necesidad de lograr una gestión financiera más eficiente son dos pilares básicos para dibujar otra realidad, capaz de adaptarse mejor a un nuevo escenario que parece perpetuarse en el tiempo.

Tres de los eslabones necesarios para la existencia de un canal farmacéutico óptimo, patronal, distribución y colegios farmacéuticos, debatieron en un Café de Redacción celebrado por EG sobre la búsqueda de nuevos modelos de gestión que contribuyan a garantizar la viabilidad y el progreso de las boticas. Un debate en el que también surgieron dudas para poder llevar a cabo estos cambios dadas las dificultades económicas por las que atraviesan muchas boticas.

A este respecto, Fernando Redondo, presidente de FEFE, apostó por mejorar la gestión continua, y desvinculó desarrollar cualquier acción especial al momento actual. “Es una obligación desde que creas una empresa, no es cuestión del momento, es una obligación que como empresario se debe tener siempre”, apuntó. Por su parte, Alberto García Romero, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, ahondó en la problemática de la heterogeneidad de regulaciones en España según las regiones. “No hay homogeneidad en la farmacia española, no hay igualdad entre las diferentes comunidades autónomas, por lo que las medidas de gestión que se puedan tomar para mejorar son difíciles de consensuar”, señaló.

Sin embargo, para Sofía Azcona, directora general de Desarrollo Estratégico de Cofares, los momentos de crisis son ideales para replantearse los modelos de negocio. “La oportunidad que tienen las farmacias ahora es hacer la reflexión de qué botica tengo y qué quiero hacer con ella. Es momento de afinar, y para ello Cofares puede ayudar bastante”, apostilló.

Ante la reducción de márgenes, buscar nuevas fórmulas como establecer un catalogo de servicios, o llevar a cabo estrategias de venta cruzada o fidelización del cliente pueden ser vías de escape para asegurar la viabilidad. En este sentido, los participantes en este debate coincidieron que se debe potenciar el valor añadido que ofrece la farmacia. “Estamos apostando por el catálogo de servicios y que se pague por esa prestación adicional. Por ejemplo, si una farmacia tiene formación tabáquica que los usuarios paguen por ella”, afirmó García Romero, quien abogó por establecer “sellos de calidad”, a renovar cada cierto tiempo, para reivindicar ese servicio adicional.

Por su parte, Redondo incidió en la ‘falta de valor’ que han tenido hasta ahora estos servicios adicionales. “Hay ciertos servicios que se han prestado de forma gratuita, y, por ello, ni las administraciones ni la sociedad los han valorado”, argumentó. Para Azcona, este déficit de reconocimiento debe ser corregido. “Hay que dar valor añadido a las oficinas de farmacia. Se trata de descargar al sistema de salud y contribuir a su sostenibilidad, por ejemplo, al abordar la cronicidad”, señaló.

El tiempo juega en contra

Pese a ello, la necesidad de buscar nuevos horizontes rentables contrasta con las dificultades actuales que viven los profesionales. La época de bonanza económica no se aprovechó para llevar a cabo estos cambios y las asfixias actuales dificultan una visión global y a largo plazo del problema. “En el clima de caos que vivimos, si nos dieran un marco mínimo de estabilidad podríamos pensar más en global, pero en la situación actual lo que hacemos es salvar los muebles”, aseguró García Romero. En la misma línea se pronunció Redondo, quien consideró que ahora no es el momento de profundizar en este asunto. “Si ni siquiera tenemos solución a corto o medio plazo, ¿podemos plantearnos ahora otro escenario?”, se preguntó.

Sin embargo, Azcona instó a los farmacéuticos a replantearse la situación. “Lo que tienen que hacer las farmacias es priorizar, eso es, exactamente, la gestión. No estamos ante un lujo, es una necesidad”, argumentó. En esta línea, la directora general de Desarrollo Estratégico de Cofares apuntó varias medidas que los farmacéuticos podrían tener en cuenta. “Los profesionales de la farmacia tienen poco tiempo para ocuparse de todo, lo que tienen que hacer es optimizar. Hay cosas que se pueden subcontratar y dedicar tiempo al valor añadido que sí ofrece las farmacia”, dijo.

Asimismo, Azcona ofreció algunas claves que, en su opinión, mejoraría la situación actual de la farmacia. “Hay que tratar la fidelización, que debe estar basada en el servicio impecable que se ofrece. La compra directa es otro factor a modernizar. Nosotros nos ofrecemos a almacenar y financiar a las farmacias para ahorrarle dinero al profesional. En definitiva, imaginación para adaptarse a los medios y a los tiempos”, precisó.

Sin embargo, tanto el presidente de los farmacéuticos madrileños como el de la patronal estatal de oficinas de farmacia no compartieron todas las medidas propuestas. ¿El motivo? La falta de adaptación de muchos profesionales y la situación económica actual. “Lo que tenemos que hacer es poner sentido común, escuchar ofertas y ver cómo las adaptamos”, dijo el presidente madrileño. Mientras, Redondo señaló que “el gran problema lo tiene el farmacéutico en el día a día”.

Redondo y García Romero apuestan por “salvar los muebles” antes de plantearse nuevos horizontes

Para Azcona, las situaciones de crisis son ideales para replantearse los modelos de negocio que existen actualmente

Inmersos en una nueva revolución industrial, la tecnológica, no todas las voces abogan por implementar los nuevos avances tecnológicos a sus modelos de negocio, como podrían ser las ventas por Internet. Sin embargo, muchos profesionales creen que hay corrientes que ven en el valor humano la herramienta necesaria, y suficiente, que da un valor añadido al trabajo realizado.

Sobre este aspecto, la directora general de Desarrollo Estratégico de Cofares, Sofía Azcona, apuntó que era “partidaria de las tecnologías, por el ahorro que suponen al ponerlas en valor junto a la salud”. Sin embargo, tanto el presidente del COF de Madrid, Alberto García Romero, como su homólogo en FEFE, Fernando Redondo, mostraron sus reticencias por la ausencia de necesidad y por la despersonalización que supondría para la farmacia. “La cantidad de farmacias que hay en España no hace tan necesario para la población la venta a través de Internet”, dijo García Romero. Mientras, Redondo señaló que “la farmacia y el farmacéutico no deben renunciar a su esencia”.