lucía gallardo
Barcelona
Desde que la normativa permitió la ampliación de apertura de los horarios de las oficinas de farmacia, se padecen las consecuencias de dicha liberalización. Recientemente, las farmacias de la localidad barcelonesa de Manresa han sufrido la reducción de horario de una farmacia que, tras cinco años abriendo 24 horas al día, ha pasado a abrir 15 horas (de 9 a 24 h.).
Esto ha provocado que la treintena de farmacias de la zona deban volver a hacer guardias nocturnas para dar servicio al ciudadano desde las 24 horas hasta las 9 de la mañana. Y hay un problema añadido, ya que como esta farmacia abre hasta las 12 de la noche, las farmacias que se ven obligadas a hacer guardia no pueden beneficiarse de las dos horas de mayor afluencia de público, es decir, de 10 a 12 de la noche, según explica uno de los farmacéuticos afectados, Jordi Vintró. Según afirma, estas farmacias no podrán amortizar el gasto que supone tener que hacer guardia.
Según él, la decisión de la farmacia que ha reducido horario es reprobable desde el punto de vista ético, aunque admite que no es ilegal, puesto que, según el decreto de horarios, puede elegir abrir la franja que desee, siempre y cuando lo comunique y lo mantenga durante un año.
Así lo explica también Mercè Boada, vocal de Oficina de Farmacia del COF de Barcelona, entidad que, cuando se aprobó el decreto catalán de horarios, recomendó a las farmacias que se ajustaran a uno de los seis modelos horarios que propuso. Aunque la mayoría de farmacias se han acogido a una de estas seis franjas, hay quien establece un horario propio, lo que puede provocar una variedad en las horas de apertura que, en su opinión, confunde al usuario.
En Madrid, las farmacias tienen la obligación de cumplir uno de los tres módulos horarios establecidos, y la tendencia es que las que abren 24 horas pasen a abrir 12, de lunes a sábado, lo que obliga a reestructurar el servicio de guardias nocturnas, según afirma Ana María Quintas, vocal de Oficina de Farmacia del COF de Madrid. “Aunque a alguien pueda fastidiar la situación, es lícito hacerlo, y nuestra obligación es atender al ciudadano”, dice.
Quien es muy crítico con la libertad de horarios es Manuel Pérez, presidente del COF de Sevilla, que cree que las mayores perjudicadas en cuanto a horarios son las rurales. “Si permitimos que la farmacia abra en función de su rentabilidad, la Administración debería permitir que no tuvieran que hacer guardias de noche las farmacias rurales”, señala. “Habría que volver atrás y acabar con la libertad de horarios”, dice.