Farmaindustria cree un error retraer recursos de la sanidad y dice que no hay datos que avalen la bajada el gasto sanitario y farmacéutico
Pide al Gobierno que “vigile y sea valedor” de sus competencias ante las iniciativas que ponen en marcha las comunidades autónomas
José M. López
Gijón
Los dos reales decretos leyes aprobados por el Gobierno en los meses de marzo y mayo supondrán una reducción de los ingresos de la industria farmacéutica de más de 2.000 millones de euros, un 13 por ciento del mercado. Un importante revés, pero no el único, ya que son cinco las comunidades autónomas las que han puesto ya en marcha diferentes estrategias para controlar, aún más, el gasto a través de recetas. Unas medidas que bordean o incluso sobrepasan, según Farmaindustria, la legislación vigente, tal y como denunció la patronal durante VIII Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación celebrado en Gijón el pasado 26 de noviembre.
El director general de la patronal, Humberto Arnés, recordó que a la industria farmacéutica “le están tocando todas las medidas de ajuste” que se han puesto en marcha, y se preguntó por la necesidad de reducir el gasto destinado a la sanidad: “¿Qué datos hay para estar todos los días asegurando que lo que hay que hacer es bajar el gasto sanitario?”. Según él, no existen y lo argumenta al exponer que España realiza el menor esfuerzo de toda Europa en inversión sanitaria con respecto al Producto Interior Bruto. Además, indicó que esa insistencia implica que se está “trasladando una imagen negativa y errónea” del sector. En este sentido, advirtió de que si se “retraen recursos de la sanidad” para destinarlos a otros sectores se estaría cometiendo “un error” ya que la rentabilidad de las inversiones es superior en la sanidad a casi cualquier otro sector por su “valor añadido”.
Para Arnés, lo importante sería “hacer una reflexión sólida para determinar dónde asignar los recursos” para ganar en eficiencia. En este punto, como es lógico, el director general de Farmaindustria señala a la industria farmacéutica, ya que éste es un “sector paradigmático para el cambio de modelo”. Un objetivo imprescindible ya que, según él, los países con una mejor preparación tecnológica “superan mejor las crisis”.
Por ese motivo, la patronal de la industria farmacéutica innovadora ha puesto entre sus principales objetivos la ejecución del Plan Sectorial de la industria innovadora y la política de las comunidades autónomas, que “van más allá de sus competencias”. Con respecto al Plan Sectorial, la patronal quiere que se involucren activamente varios ministerios, entre los que citan a Industria, Sanidad y Ciencia e Innovación, además de la oficina económica del presidente.
El objetivo que se plantea Farmaindustria con este Plan Sectorial es doble: lograr un marco de estabilidad regulatoria predecible que evite “nuevas medidas de castigo” y constituir una plataforma de colaboración que sea ganadora para ambas partes.
Atajos de las comunidades
Con respecto a las diferentes iniciativas de las diferentes comunidades autónomas, desde Farmaindustria se pide al Gobierno que “vigile y sea valedor” de las competencias del Ministerio de Sanidad. Arnés, advirtió de que si se parcela el mercado España dejaría de ser uno de los países importantes en el ámbito farmacéutico y se producirían “consecuencias negativas” en el SNS, tales como “desigualdad en el acceso al medicamento”, que afectarían especialmente a pacientes y médicos.
Precisamente todas estas medidas fueron descritas por José Ramón Luis-Yagüe, director de Relaciones con las comunidades autónomas de Farmaindustria. Unas iniciativas que según él son “atajos” a la búsqueda del ahorro. Luis-Yagüe destacó que todo empezó con la iniciativa castellanomanchega de retirar determinadas marcas de los sistemas de prescripción electrónica. Posteriormente llegaron el País Vasco y Cantabria con sus modificaciones de las prescripciones, Galicia con su catálogo y Andalucía, “el más sofisticado”, con sus subastas. Y podrían no ser las últimas.
Según Luis-Yagüe, la ley es muy clara con las competencias sanitarias: “Fija un mínimo que solo se puede aumentar, no recortar”. Y, para él, eso es lo que hace las autonomías, tomar unas medidas que darían lugar a que la ruptura del sistema “fuera una certeza”.
Por eso, según el representante de Farmaindustria, ante las comunidades autónomas, cree que ha llegado el momento de decir “basta” para evitar la quiebra real del sistema.