La sucesión continuada de medidas de reducción del gasto farmacéutico de los últimos años, la limitación en el acceso a innovaciones, así como los impagos, han llevado a muchas compañías farmacéuticas nacionales al límite de su supervivencia. Así, la internacionalización se ha convertido en aspecto clave, dado que ofrece a las compañías una escapatoria frente a las dificultades que ofrece el mercado financiado español. A este respecto, Jordi Ramentol, presidente de Farmaindustria, no dudó en señalar que, aunque la situación es reversible, si no se toman las medidas adecuadas “solo quedarán de pie las compañías nacionales que operan también en el extranjero, aunque también sufrirán mucho”.
En base a este análisis, cabe deducir que son las cuatro grandes compañías nacionales, Almirall, Esteve, Ferrer y Rovi, a las que podría sumarse alguna otra, las que pueden tener un tamaño suficiente y una estrategia de diversificación e internacionalización consolidada que las dejaría al margen del peligro de la desaparición. En cambio, la situación en otras compañías de menor envergadura puede ser crítica.
Este parece que no es el caso de Salvat, una empresa que pretende consolidar sus resultados en 2012 impulsando sus ventas en el exterior. “Para este ejercicio, tenemos previsto que nuestra facturación alcance el 40 por ciento del total. Ahora nuestros productos se comercializan en 50 países, aunque la idea es alcanzar los 80 de cara a 2014”, aseguran fuentes de la farmacéutica.
La idea para los próximos años es crecer en el continente americano. Esta empresa cuenta ya con una filial en Estados Unidos, desde la que pretenden abordar la expansión al resto del continente. “Estamos lanzando ya con éxito algunos de nuestros productos en México y algunos países de Sudamérica”, confirman estas mismas fuentes. Asimismo, Salvat también tiene a Asia en el punto de mira. Tras establecer una alianza en China, buscan dar el salto al resto del continente, donde ya se están cerrando algunos “acuerdos comerciales”.
Aunque si la solución a los problemas de la industria nacional pasa por la internacionalización, habría que destacar al Grupo Zeltia. Esta compañía, integrada entre otras por la PharmaMar, comercializa casi el 90 por ciento de sus productos en el extranjero. “Gracias a eso, las medidas que se están aprobando en España no nos afectan demasiado”, afirman fuentes de la compañía. Un caso similar sería el de Grifols, con una dependencia del mercado español muy reducida.
Huida del SNS
Una decisión aún más tajante es la que tomó hace aproximadamente un año el Grupo Uriach. Compuesto por varias unidades de negocio, sus dirigentes decidieron transferir la comercialización de productos innovadores de prescripción en España a Vifor Farma, filial del grupo suizo Galénica, dadas las “continuas reducciones de precios”, explicaron fuentes de este grupo a EG. A pesar de ello, en este ámbito han mantenido la producción y la I+D, así como la comercialización de productos innovadores de prescripción en otros países con marcos regulatorios más favorables.
Aunque en realidad, lo que encierra la nueva estrategia de Uriach, diseñada en 2008, es una apuesta fuerte por el resto de divisiones que sí funcionaban. En especial, la de los medicamentos que no requieren receta, ya que estos no están expuestos a la regulación de precios. “Todos estos cambios han dado lugar a una estabilización de nuestras finanzas. Pensamos que hemos elegido el camino correcto, actuando con sensatez. Ahora tenemos el tamaño que debemos tener”, señalan fuentes de la compañía.
Cabe destacar que esta diversificación del negocio también ha contribuido a la mejora de Salvat, que ha readaptado su estrategia promocional con la puesta en marcha de nuevas iniciativas “como el desarrollo de una línea de novedosos productos oftalmológicos, la comercialización de nutracéuticos y el relanzamiento de Cristalmina, marca líder”.
Todas las experiencias anteriores podrían ser tomadas en cuenta por el resto de las compañías farmacéuticas de capital español para garantizar su viabilidad. Y es que, algunos laboratorios, como Juste, atraviesan actualmente momentos difíciles y reconocen que hay “algunos problemas que solucionar”. Quizá esa solución pase por avanzar en la internacionalización y en la diversificación del negocio.
Salvat ha optado por internacionalizar y diversificar su negocio para blindarse de los recortes de precios
Hay algunas compañías con serios problemas de viabilidad que tendrán que comenzar a seguir este patrón estratégico