l. b. / c. r.
Madrid
Los presupuestos para 2009 obligarán al Ministerio de Sanidad a reorientar sus prioridades para acabar el ejercicio con eficiencia y habiendo cumplido sus promesas. Como ya señaló EG la semana pasada, a pesar del incremento del 4,3 por ciento destinado a las políticas sanitarias, la partida del departamento de Bernat Soria ha pasado de tener 1.003 millones de euros a algo más de 760. El motivo responde, según explicó a este periódico la subsecretaria de Sanidad, Consuelo Sánchez Naranjo, no sólo a la necesaria “política de austeridad”, acorde al ciclo económico, sino también al traspaso del Instituto de Salud Carlos III.
No obstante, durante su presentación, tanto la subsecretaria como José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad, calificaron las cuentas de coherentes y acordes para lograr el crecimiento del SNS, ya que entre otras cosas se racionalizará el gasto en el capítulo dedicado a gastos corrientes de bienes y servicios, para lo que se llevará a cabo un plan de ahorro en el departamento. Si ambos fueron la cara de la presentación de las cuentas sanitarias para 2009, entonces Juan de Dios Martínez Soriano, portavoz adjunto del PP en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso, fue su cruz.
Para el PP, las cuentas son frustrantes, antiprogresistas, retrógradas y la prueba de que Sanidad ha perdido peso, no sólo económico, sino también político, hasta el punto de que puede poner en peligro, según la oposición, la principal apuesta de Soria. “Estos presupuestos están torpedeando el Pacto por la Sanidad porque bajan las partidas presupuestarias dedicadas a la cohesión y, por otro lado, estrangulan a las comunidades en cuanto a la financiación sanitaria”, aseguró.
La justificación, de nuevo, el traslado del Instituto de Salud Carlos III, gran protagonista ausente de la Comisión de Sanidad y, según palabras del diputado popular, “bofetada política para Bernat Soria”, que ha pasado de tener 417,24 millones de euros en investigación a tener 54. Una dotación que, por cierto, se enmarca dentro del Programa de Investigación Sanitaria que contempla ayudas a la investigación en empresas, comunidades autónomas y ONG, y cuya convocatoria en el próximo año estará desvinculada del Carlos III. “¿Cree que los investigadores dejarán de serlo porque el instituto esté fuera del ministerio? ¿De verdad cree que el ministerio ya no tiene nada que decir en términos políticos en investigación teniendo a Bernat Soria al frente? ¿Por qué no pueden valorar la potencialidad que supone concentrar esfuerzos para la investigación?”, preguntó Martínez Olmos a los populares.
Junto a la investigación biomédica, la financiación sanitaria, con la congelación por tercer año consecutivo del Fondo de Cohesión y la denegación de los anticipos a las comunidades autónomas, fue otro de los asuntos en los que incidió el Grupo Popular. A este respecto, Martínez Olmos afirmó no entender el empeño sistemático de los populares de tirar a la cabeza del ministerio la suficiencia financiera de las comunidades cuando la financiación en sanidad no es finalista.
Partidas en Farmacia
Por partidas, salud pública y sanidad exterior es el apartado que más pierde, un 20 por ciento (28,16 millones). Esto se debe a la transversalidad y la redistribución de recursos, según Sánchez Naranjo, no a que no sea prioridad. Aunque menos (apenas seis millones) también se reducen la cohesión y calidad, que reciben 223,5 millones.
No obstante, destaca el aumento del presupuesto de donación y trasplante de órganos, tejidos y células, que pasa de 4,21 a 12,12 millones de euros. Las partidas en farmacia son de las más afortunadas, gracias al incremento experimentado por la Aemps, que con 50,26 millones para 2009 suma un crecimiento del 125,28 por ciento desde 2004. Según señaló Martínez Olmos, los recursos asignados al Programa de Oferta y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios se han incrementado un 4,96 por ciento, hasta los 53,50 millones de euros.
De este programa, la Dirección General de Farmacia tendrá asignados 3,25 millones que se destinarán fundamentalmente a desplegar acciones sobre uso racional del medicamento a través de acciones de información (240.000 euros) y estudios sobre tendencias del mercado farmacéutico y modernización de análisis farmacoeconómicos (154.000 euros).