| domingo, 03 de mayo de 2009 h |

J. N.

Madrid

La más que probable renuncia de Pedro Capilla a encabezar de nuevo una candidatura en las próximas elecciones al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha abierto la puerta a una sucesión que se fraguaba desde hacía tiempo pero que nunca parecía que iba a llegar. Una puerta de la que tiene la llave maestra una persona, la que durante los últimos años ha sido secretaria general de la máxima institución farmacéutica española: Carmen Peña.

La número dos del Consejo General y mano derecha de Capilla en la última década está preparada para tomar las riendas de la institución, y será el propio presidente quien le dará su beneplácito para que, a partir de ahora, sea ella la cabeza visible de la farmacia española. Una sucesión que, previsiblemente, se realizará sin que sea necesario que tengan que hablar las urnas.

Peña, doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, dio sus primeros pasos en el seno del Consejo General en el mismo instante en el que Capilla accedió a la presidencia del mismo. Así, Peña fue la apuesta de Capilla para ocupar la vocalía nacional de Dermofarmacia.

Proyección internacional

En esta vocalía Peña dio inicio a una de las que ha sido sus señas de identidad en el Consejo General: las actividades internacionales. En este sentido, un año después de acceder a la vocalía pasó a formar parte del Grupo de Dermofarmacia del Grupo Farmacéutico Europeo (PGEU), precisamente al mismo tiempo en el que el propio Capilla fue elegido para presidir esta institución.

Esta proyección internacional que siempre ha caracterizado la carrera de Peña dentro del Consejo General se ha traducido, además, en su designación para ocupar varios cargos de responsabilidad dentro del sector más allá de nuestras fronteras. Así, Peña es miembro de la delegación española en la PGEU desde 1997, miembro del Working Group of Public Policy de la Federación Internacional Farmacéutica desde 1999, miembro de la delegación española de la Federación Panamericana de Farmacia (Fepafar) desde 2005, y recientemente fue nombrada vicepresidenta de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP).

Esta proyección internacional de Peña es uno de los grandes méritos que puede reseñar en su vasto currículum. Algo que, en un momento como el actual, con la defensa del modelo español de farmacia en Europa, adquiere una relevancia muy especial.

El binomio Peña-Capilla

La relación profesional entre Peña y Capilla se hizo día a día más estrecha, hasta el punto de que en 1997 el presidente del máximo órgano de gobierno de los farmacéuticos españoles consideró que ésta debería dar un paso más allá en el Consejo General y la nombró número dos del mismo, con lo que ocupó la secretaría general de la institución.

Desde ese momento hasta la actualidad, el binomio formado por Capilla y Peña ha sido indisoluble, y la creciente responsabilidad que ha adquirido en estos años la secretaria general a la hora de representar al Consejo General en temas relevantes ha sido indudable.

Así lo ha demostrado con su participación en numerosos congresos nacionales e internacionales sobre los distintos aspectos relacionados con la profesión farmacéutica y con la política nacional. O en los diferentes y numerosos artículos e informes publicados por Peña dentro del ámbito profesional. Algo que le ha reconocido el sector al concederle numerosos y prestigiosos premios.

La hora de Peña ha llegado y ella es consciente de ello, a pesar de que hasta el 5 de mayo no pueda decirlo con la boca grande. Dice estar preparada para asumir la enorme responsabilidad que significa suceder a Capilla al frente del CGCOF. Eso sí, si no contase con la confianza del colectivo no se rasgaría las vestiduras. “Volvería a centrarme en mi farmacia de la Gran Vía”, indica.